Ceuta, el necesario refuerzo de nuestro régimen fiscal especial

La actual situación económica de Ceuta está marcada por tres crisis que nos han golpeado de una forma única y drástica, sin precedentes ni comparable a ningún otro territorio. La primera de estas crisis fue la Cierre de la frontera comercial con Marruecos, el país vecino, en octubre de 2019. El segundo fue el Covid-19 y las dramáticas consecuencias de una pandemia de dos años que parece dar síntomas de agotamiento. Y la última de estas crisis fueron las tensiones surgidas en mayo de 2021, con la llegada de miles de marroquíes, que afectaron gravemente a la confianza que los ceutanos tenemos en el futuro y en la estabilidad de esta ciudad.

Si nos acercamos a la estructura económica de Ceuta, está anclada en dos sectores clave. Uno son las administraciones públicas y el otro es el Sector servicios gravemente afectado por el cierre de fronteras y covid-19. Por ejemplo, la recaudación de nuestro impuesto más indirecto, el llamado impuesto de producción, servicio e importación, cayó alrededor de un 40% en 2020 y 2021.

Y esta circunstancia viene determinada por las condiciones específicas de nuestra ciudad. Evidentemente, la frontera tiene el mayor impacto y relevancia ya que junto con Melilla Somos la única frontera terrestre de Europa en África. Pero no es el único. También inciden en el elevado coste de entrega de mercancías con origen fuera de la península; el pequeño tamaño del mercado de bienes y servicios; la escasez de tierra y otros recursos naturales; y los obstáculos a la normalización y desarrollo de las relaciones económicas y comerciales con el país vecino, que complican significativamente el desarrollo de la actividad manufacturera en nuestra ciudad.

Por eso, tenemos el deber de buscar fuentes de crecimiento económico, empleo y actividades productivas que aumenten nuestras capacidades, buscando alternativas que sean más España y más Europa, mirando más al norte y un poco menos al sur.

Tenemos el deber de buscar fuentes de crecimiento económico, fuentes de empleo y actividad productiva

En este proceso de búsqueda de alternativas, creemos que es una apuesta segura para mejorar nuestro régimen económico y fiscal, que desde 1863 ha demostrado una gran capacidad para mejorar la inversión, la productividad y la competitividad de nuestro territorio.

Así que tenemos que lidiar con eso Aumento de los créditos fiscales los existentes, principalmente relacionados con los impuestos directos, las cotizaciones a la seguridad social y los impuestos sobre sociedades, ya que estos impuestos son la herramienta más potente para atraer talento e inversión a la ciudad, dadas las particulares dificultades de desarrollo.

Las bonificaciones y bonificaciones que creemos que pueden mejorar nuestra competitividad:

– Garantizar más seguridad jurídica sobre el tratamiento fiscal diferenciado aplicable en Ceuta. Hay que reconocer que a las tasas impositivas correspondientes a los impuestos estatales regulados se les otorga una bonificación del 60%. Para eso sugerimos Ampliación de los descuentos actualmente aplicables de todos los impuestos aplicables en un 10% más, de forma que la bonificación a plazos queda fijada con carácter general en el 60%.

– Sumérgete en los incentivos vigentes en Ceuta, de forma que existan incentivos adicionales a las inversiones en la ciudad tanto desde la península como desde terceros países. Y seguir adelante con eso Infórmese sobre los incentivos fiscales aplicablesincentivar una gran inversión empresarial en la Ciudad Autónoma, fomentar y estimular la creación de empleo verdaderamente local en nuestra ciudad, y atraer a las grandes empresas tecnológicas, como hemos hecho con el sector del juego en línea. Este sector ha generado más de 300 empleos directos y otros tantos indirectos en los últimos años y es considerado un sector en crecimiento que ha tomado sus decisiones de ubicación en nuestra ciudad en base a nuestras especificidades fiscales.

De esta forma sería posible Atracción de talento a la ciudad para el desarrollo de nuevos proyectos y profesionales, creando así nuevos puestos de trabajo que nos permitan reducir el alto diferencial de desempleo con el resto de España y Europa y, sobre todo, anclar nuestro futuro en la confianza y la estabilidad y que no dependa de decisiones que se tomen fuera de nuestras fronteras.

*** Kissy Chandiramani es Consejera de Economía y Hacienda de la Ciudad Autónoma de Ceuta.