La ciudad de Huesca cuenta actualmente con más de 18.000 árboles urbanos que aportan numerosos beneficios a la ciudad y la protegen del cambio climático. Ubicación adecuada cerca de los edificios, los árboles pueden reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30% y lograr un ahorro de calor de entre un 20% y un 50%.
En este contexto, la técnica de infraestructuras verdes del Ayuntamiento de Huesca, Ana Pérez, afirmó que «el bosque urbano es la mejor estrategia de defensa ante los efectos del cambio climático». Precisamente, afirma que “la ubicación estratégica de los árboles en zonas puede ayudar a bajar la temperatura del aire entre 2 y 8 ° C. Esta ubicación estratégica enfría el aire y reduce el efecto de isla de calor urbano. Es decir, almacenamiento de calor a través del hormigón y otros materiales ”.
Según indica el técnico, un árbol puede absorber hasta 150 kilos de CO2 al año, recordatorio de que los árboles grandes son «excelentes filtros para contaminantes urbanos y pequeñas partículas». Otra ventaja, según Pérez, es que las arboledas también actúan como rejillas de protección contra el ruido del tráfico.
Ana Pérez también ha destacado que una buena infraestructura verde urbana «tiene varios beneficios para la salud física y mental de las personas porque aumenta los niveles de energía y disminuye la presión arterial y el estrés».
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