Extremadura

El suicidio de Fernando Aramburu en Extremadura y María Brey, la tía roja de Rajoy

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En estos días es fácil ver a Manuel Caridad por las calles de Cáceres portando el último libro de Fernando Aramburu, ‘Los vencejos’, que lee en sus ratos libres, sobre todo cuando nos espera en un bar por la noche. Aramburu lo publicó a los cinco años de ‘Patria’.

– ¿De qué trata la novela? – Le preguntó el fotógrafo Guinea el otro día en la Sala de Prensa, señalando el tomo de 700 páginas.

– De un divorciado no declarado que anunció su suicidio a la edad de 55 años el 31 de julio de 2019 …

-¿Pero que estas haciendo? –Interrupto compañero Claudio Mateos– No digas nada que lo acabo de comprar.

-Bueno, si lo dice en las primeras líneas. Por cierto, el concejal de Turismo, Jorge Villar, tendrá razón: Cáceres está de moda. Resulta que unos meses antes de su muerte, el suicida quiere venir a Cáceres …

– ¡Y golpéalo! Claudio siguió protestando.

Antonio Rodríguez-Moñino y María Brey. Olga Brey con su hijo Mariano Rajoy Brey, en 1955. El libro creado después de ‘Patria’ /

–Pero si no es importante –Claudio huyó a su despacho y continuó Caridad– Bueno, el protagonista quiere venir a Cáceres en Semana Santa, y resulta que no encuentra alojamiento. Es imposible. Lo intenta en Trujillo, y él tampoco. Tiene un local en Arroyo de la Luz, pero no dejan entrar a su perro; y finalmente se hospeda en el albergue Las Abadías de Mérida, cuya limpieza y servicio alaba. Cena en un bar de la Plaza de España, y al día siguiente finalmente logra llegar a Cáceres, en un lluvioso Jueves Santo, donde, comiendo un plato de hojaldre con verduras y una ración de chanfaina, reflexiona sobre la idea. que Jesucristo era un suicida, porque sabía que el día de su muerte era Dios … y no lo evitó.

-¡No me digas que ya te escucho! Por favor —suplicó Claudio, sacando la cabeza del cuenco.

-¡BIEN BIEN! Ya cambié de tema. Oye, Sergio – me dijo mi colega más hablador de lo normal -. El otro día escribías sobre el primer periódico de Cáceres, que se llamaba Asociación de Cáceres. ¿Sabes cómo con solo una copia de cada número, siendo manuscrita, podría llegar a nuestros días?

-No tengo ni idea.

– Bueno, gracias a la tía colorada de Mariano Rajoy Brey, que fue presidente de España entre 2011 y 2018 con el PP.

«¿Qué quieres decir con la tía roja?»

– Se llamaba María Brey y era prima de la madre de Rajoy. María Brey era esposa del sabio bibliófilo Antonio Rodríguez-Moñino, nacido en Calzadilla de los Barros. Rodríguez-Moñino murió en 1970, a los 60 años, y quedó a cargo de la biblioteca matrimonial, que era un tesoro, con 17.000 ejemplares, muchos de ellos muy antiguos y muy raros. Aquí están los 31 números del primer diario de Cáceres, que María Brey dejó a la Unión de Bibliophiles Extremeños para su reproducción facsímil. Tienes que averiguar sobre esta mujer que valía tanto como su marido.

Buscaba información sobre María Brey, encontré el libro burgués «Las Republicanas» de Inmaculada de la Fuente, que habla de ella. Vi que María Brey Mariño nació en Puebla de Trives (Orense) en 1910. Tras estudiar Filosofía y Letras, a los 21 años ingresó por oposición en el Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Fue adscrita a la Biblioteca de la Presidencia del Consejo de Ministros, donde era amiga de Manuel Azaña.

Cuando comenzó la Guerra Civil, formó parte del equipo encargado de salvar los tesoros bibliográficos. El director del equipo fue Rodríguez-Moñino. Fueron a Valencia cuando se trasladó el gobierno de la República, y allí María negoció con Antonio Machado y colaboró ​​con María Moliner.

María Brey en Calzadilla de los Barros en 1971. /

ALBERTO

María y Antonio se casaron a principios de 1939, por la iglesia y luego por la ley civil. Después de la guerra, el matrimonio fue purgado por rojo. Fue exiliada a Huelva con el 50% de su salario; Le han quitado la cátedra de lengua y literatura española a su marido. Antonio se fue con su mujer a Huelva, donde impartió clases como becario. Luego regresaron a Madrid donde trabajaron en la Fundación Lázaro Galdiano, él como comisario y ella como archivero. No tuvieron hijos y ambos se dedicaron por completo a los libros, promoviendo la creación de revistas y editoriales. La cultura giraba en torno a él, en los encuentros que organizaban en el Café Gijón, en el Café Lyon y en su casa. Antonio fue propuesto varias veces para ser miembro de la Real Academia Española (RAE) de la Lengua, pero se lo impidieron. Cansados ​​de la situación, la pareja se exilió en Nueva York, ella a la Sociedad Española de América y él a la Universidad de Berkeley. Antonio se hizo miembro de la RAE en 1966 y regresaron a España.

Cuando murió su pareja en 1970, María Brey siguió trabajando: mantuvo una reunión en la biblioteca de su casa, tradujo autores franceses, escribió poemas humorísticos, historias en las que los protagonistas eran gatos (tenía un gato siamés llamado Li-Ma), y escribió la alabada versión en castellano moderno del Libro del Buen Amor.

Detalle de un libro sobre María Brey. /

S. Guinea

Durante toda su vida mantuvo su relación con Extremadura. Socia fundadora de la Unión de Bibliophiles Extremadura, antes de su muerte en 1995, legó a Extremadura los 829 volúmenes que su marido había dejado en depósito en la Biblioteca Pública de Cáceres en la década de 1950. Algunas copias eran del siglo XVI. , XVII y XVIII. Se valoraron cien millones de pesetas, unos 600.000 euros. Por este gesto, en 1995, la biblioteca de Cáceres pasó a denominarse Antonio Rodríguez-Moñino y María Brey.

Le conté a Manuel Caridad lo anterior, pero parecía querer hablar solo del libro ‘Los vencejos’. “No me sorprende que el protagonista quiera morir, porque la sociedad nos considera unos desgraciados después de 55 años, ya no somos nada, los años no se evalúan. ¿Qué piensas del suicidio? ”, Le pregunto.“ Para mí ”, le dije,“ es cobardía. Siempre hay que luchar. El fotógrafo Guinea no dijo nada porque en algún momento, poco después del divorcio, pensó en conseguir Ahora, se alegra de no haberlo hecho.

La verdad es que Aramburu ha vuelto a dar en el blanco cuando se trata de ficcionar un problema.

El año pasado, en Extremadura, se suicidaron 90 personas, de las que 76 eran hombres (84%). Los suicidios aumentan cuando se pueden evitar.


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