España ofrece a Marruecos "un diálogo sin tabúes ni fronteras" sobre el Sahara, Ceuta y Melilla
En poco más de un mes en el cargo, el Ministro de Relaciones Exteriores José Manuel Albarenha dado un giro radical en la política en relación con Marruecos. Un cambio profundo con respecto a lo que el mandato de año y medio de Arancha González Laya a la vanguardia de la diplomacia española.
La gestión de su antecesor estuvo marcada por un total desacuerdo con su vecino del sur, que culminó con el ataque migratorio de mayo a Ceuta después de que España recibiera en secreto al líder del Frente Polisario en un hospital de Logroño. Brahim ghali. Ahora, en cambio, el trabajo larvario que se viene realizando en el exterior desde hace semanas empieza a dar sus frutos con miras al vecino del sur, aunque se ve ensombrecido por los medios de comunicación por la crisis en Afganistán y el disgusto de nuestro país.
Primero con el acuerdo de repatriación de menores el 13 de agosto - paralizado por el Ministerio del Interior por posibles irregularidades en el mismo - y luego, apenas una semana después, con las palabras que Mohamed VI. "Con sincero optimismo, expresamos nuestro deseo de seguir trabajando con el gobierno español y su presidente Pedro Sánchez para marcar el comienzo de una fase sin precedentes en las relaciones entre nuestros dos países", afirmó el monarca alauí.
Lo que dijo el jefe de Estado marroquí no es baladí, y sus palabras tampoco se producen de forma unilateral. Al contrario, Mohamed VI. Recoge el guante arrojado en discretas conversaciones desde la llegada de Albaren para abrir un escenario al "diálogo sin fronteras ni tabúes sobre Ceuta, Melilla y el Sáhara Occidental", dijeron a EL ESPAÑOL fuentes del español. confirmar la diplomacia.
En otras palabras, los problemas nucleares que ambos países han enfrentado durante décadas están siendo abordados con sinceridad por ambas partes.
Respecto a la ex colonia española en particular, estas fuentes destacan que nuestro país estará dispuesto a "escuchar lo que Rabat quiere de nosotros en relación con el Sahara". O, para decirlo más claramente, hay en el Palacio de Santa Cruz la sensación de que nuestro país no plantearía un problema con respecto al Sahara si se recibieran garantías para Ceuta y Melilla. Unas palabras de peso sobre el poder de descolonización creado por la misión MINURSO de las Naciones Unidas (ONU).
Según fuentes extranjeras, esta nueva etapa - "inédita" según Mohamed VI - apunta al alcance de un nuevo acuerdo de cooperación y amistad que sentará las bases para una relación estable al menos durante la próxima década. Y dejarle atrás el conflicto que moldeó las relaciones bilaterales desde la Marcha Verde durante la agonía de Franco hasta el reciente ataque a Ceuta por parte de Perejil en 2002.
Encuentros discretos
De todo esto se habla desde hace semanas en discretas reuniones que llevaron al acuerdo sobre los menores que permanecen en Ceuta desde la crisis migratoria de mayo. Pero Asuntos Exteriores confía en que este episodio sea solo el comienzo de una entente sustantiva que supere las diferencias del año pasado.
También en otros asuntos de vital importancia como la cooperación en materia de terrorismo, cuestiones comerciales o las relaciones con la Unión Europea, dado que España es considerada la frontera sur del continente.
A corto plazo, el objetivo será que Rabat devuelva a su embajador en Madrid, Karima Benyaich, retirado en el apogeo de la crisis en la primavera. El propio Albaren también está trabajando en una visita a Marruecos para reunirse con su homólogo marroquí. Bourita mojada, algo que podría coincidir con el inicio del curso político. Hasta entonces, su equipo espera lograr avances significativos en las negociaciones bilaterales.
Posteriormente, y si todo va según lo previsto, se podría preparar una próxima reunión de alto nivel, la RAN, que en principio debería realizarse a finales del año pasado, luego a principios de este año 2021 y que se ha pospuesto hasta luego. Muerte sinusal.
A finales de 2020, el entonces portavoz del gobierno, María Jesús MonteroElla huyó a la pandemia (España todavía estaba en alerta y sufrió la devastación de la tercera ola) para justificar este aplazamiento, pero la realidad fue muy diferente. Los gestos despreciados y unilaterales del entonces segundo vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesiasquien no dudó en usar Twitter para defender un referéndum de autodeterminación para el Sáhara Occidental, fue un obstáculo importante para los reveses de Laya. Yolanda diaz.
Menos hostilidad
Lo cierto es que desde la llegada de Albaren al Ministerio todo parece tranquilo. No hay otros escritos de su homólogo marroquí.Se repite casi semanalmente tras recibir a Ghali y los medios vinculados al régimen han perdido de vista a España. El trabajo lejos del centro de atención al menos ha valido la pena Reducción de la tensión dialéctica.
Otro aspecto donde se ha mencionado la relajación es el papel de Felipe VI. Dada la especial importancia que tradicionalmente ha jugado la familia real en todo lo relativo a la monarquía alauí, desde la época de Juan Carlos I y Hassan II.
El rey no hizo ninguna declaración pública durante el enfrentamiento de mayo. No era el momento. Las primeras palabras llegaron casi dos meses y medio después de la crisis, el 31 de julio. Albaren estuvo en el puesto durante 21 días.
El jefe de Estado destacó la "profunda amistad" que tenía con Mohamed VI. conecta. La declaración se produjo con motivo del vigésimo segundo jubileo del trono del monarca. El retorno a los elogios públicos por parte de la familia real española es una señal más de que se están haciendo bien las cosas para recuperar buenas relaciones.
En la carta, Felipe VI, hablando en su nombre "y en nombre del gobierno español y del pueblo español", transmitía al gobernante alauí "los mejores deseos de salud y prosperidad al querido y amable pueblo marroquí".
Asimismo, según MAP, el Rey de España expresó sus "más sinceras felicitaciones y mejores deseos para el bienestar del gobernante y de la familia real marroquí".
La última RAN entre los dos países (eran seis en total según un tratado firmado por nuestro país con Marruecos, Argelia y Túnez) tuvo lugar en 2015 en Madrid con el gobierno de Mariano Rajoy, de quien José fue canciller Manuel García Margallo. Una década antes, en 2003, tuvo lugar otro RAN en Marruecos, en el que Mohamed VI José María Aznar apenas un año después del incidente de la isla Perejil.
Por tanto, las relaciones con el vecino del sur se han congelado durante más de cinco años. El nuevo canciller prepara ahora un cambio de rumbo y ya ha recibido la aprobación pública de Mohamed VI.
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