Aragón

Calanda vive su Rompida de la Hora de la manera más hogareña

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La importancia de las tradiciones es vivirlas de una manera diferente pero significativa año tras año. La interrupción de las fiestas patrias ha provocado que las asociaciones y grupos organizativos se hayan reinventado. Las calles de Calanda estuvieron vacías por segundo año consecutivo en este Viernes Santo especial pero no solitario. El consistorio recomendó que los vecinos de la ciudad jugaran en la tradicional Rompida de la Hora desde casa. Una solicitud escuchada y compartida en Calanda. A las 12 del mediodía, hubo un primer rugido poderoso y revelador sin un segundo retraso.

Este Viernes Santo no entendió la edad, desde los más pequeños de la casa, algunos con tambores mejor adaptados a su tamaño y otros con instrumentos más grandes, hasta las cofradías más históricas; Nadie quería perderse esta cita. Una cita en la que las miradas fueron las protagonistas, unas emotivas miradas, con sentimiento y gratitud por haber podido celebrar esta Rompida de la Hora de una forma diferente, pero también de conmemorar.

En cuanto a la música de Aute, la jornada comenzó con el reconocimiento a todos aquellos que, cada año, han hecho posible que la Semana Santa se celebre de una forma u otra. En palabras de emoción y dolor, los organizadores prometieron que «con los latidos recordaremos a las personas que han fallecido y que lo pasan mal».

Palabras de agradecimiento del Alcalde para todos los ciudadanos de Calanda que se han comprometido con la pandemia de Covid-19. “Desde el ayuntamiento, cumpliremos con las restricciones que imponga Sanidad. El fin de la pandemia está más cerca que nunca, por lo que no podemos bajar la guardia ”, dijo el alcalde Alberto Herrero. «Sólo si continuamos con nuestra tradición – continuó – revelaremos el valor de nuestra Semana Santa».

El presidente del coordinador de Semana Santa, Manuel Royo, dijo: «Nuestra Semana Santa está durmiendo y esperamos que en 2022 volvamos a la normalidad». Palabras a las que se ha sumado toda la organización; La concejala de cultura Isabel Zabal quiso apoyarse en su propia cultura y explicó que la comunidad «tiene mucho que ofrecer».

Otra forma de celebrar la Semana Santa que cumple con las restricciones del Covid-19 y reconoce el compromiso de cada Calandino. Y todo para mirar más hacia el futuro. Porque, como reconoció el alcalde de Calanda, «el próximo año será el año de los besos, los abrazos y los tambores».

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