El tráfico inaugura la infraestructura sin tener temas definidos como un tiempo de adecuación de los usuarios
Tras cuatro años de trabajo y una larga espera desde su diseño -que data de 2007-, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha presentado este miércoles la inauguración del primer carril bus VAO de la V-21 de la Comunidad Valenciana. Su tono triunfal, habitual en estos actos con el develamiento del monolito, se vio empañado por las dudas del propio ministro sobre su entrada en vigor. Y si bien los conductores ya pueden navegar por este camino, aún no se sabe cuándo comenzarán a imponer sanciones o si habrá un período de información para que los usuarios se adapten al cambio. «Se definirán en los próximos meses», respondió Sánchez a este periódico cuando le preguntaron por estos temas clave para el control de infraestructuras.
En este tipo de carriles, la circulación está prohibida para automóviles con un solo ocupante y permitida para automóviles con al menos dos ocupantes, así como autobuses y motocicletas. En concreto, este carril consta de 6 kilómetros y se pondrán en funcionamiento otros 5 kilómetros de nuevos terceros carriles en la entrada norte de la ciudad de Valencia. La obra ha supuesto una inversión total de 27,56 millones de euros e incluye una nueva vía ciclista de unos 700 metros de longitud, de acuerdo con la estrategia ciclista estatal.
Lo más preciso que dijo al respecto fue que este carril se implementará «por etapas» en estrecha consulta con la Dirección General de Transportes, para facilitar la personalización del usuario. Sin embargo, durante la presentación admitió que aún no sabe cuándo se controlará el tránsito de vehículos matriculados. “En los próximos meses definiremos estos aspectos”, dijo. Además, aseguró que la pista «funcionará de manera efectiva», en respuesta a una pregunta de un periodista que advirtió que esta pista, a diferencia de otras, no tiene aislamiento. “Me preguntas sobre aspectos técnicos que no puedo saber, pero tu seguridad está garantizada”, dijo.
«Esta actuación mejorará la capacidad de una de las principales arterias que permiten el acceso a la ciudad, facilitando la entrada y salida por el norte de la ciudad y la distribución del tráfico con la autovía V-23, la autopista AP-7 y de la A- Autopista 23”, ha explicado en su intervención. Además, según la ministra, los autobuses podrán circular con mayor rapidez y regularidad, lo que, según ha subrayado, “atraerá a más viajeros y tendrá un efecto positivo en el medio ambiente , la seguridad vial y el transporte público afectarán a la calidad de vida de los vecinos”. de València».
Acabar con los atascos
Por su parte, la ministra de Movilidad, Rebeca Torró, ha destacado que el nuevo carril mejorará el tráfico en “una de las principales arterias de la ciudad, que acumula cada día una importante densidad de tráfico rodado”, que se incrementa en verano con el acceso a las playas. También ha señalado la importancia de concienciar a los particulares para que utilicen el vehículo privado de forma “responsable”.
En concreto, esta pista se activa desde Massarrojos hasta la entrada de la ciudad. Además, la V-21 dispone en este punto de cuatro carriles para mantener la fluidez del tráfico: dos carriles se dirigen hacia el túnel de la Avenida de Cataluña y dos carriles se dirigen hacia la rotonda que conecta con la circunvalación norte. El tercer carril, que entró en servicio el 1 de noviembre de este año, ha sufrido una triple reconversión tras las denuncias.
En este sentido, cabe recordar que en octubre de 2018 se iniciaron las obras de ampliación del tercer carril entre el Desfiladero de Carraixet (Alboraya) y Valencia y la previsión era que estuviera operativo en julio de 2020, por lo que se inició con dos años de retraso. Se trata de un calendario que recuerda a otro clásico de las autopistas valencianas: la ampliación de la A-3, que tardó seis años en hacerse realidad debido a la paralización del proyecto por recortes presupuestarios.
Sin embargo, la obra se activó con su primer acercamiento en 2007, pero recién salió a licitación diez años después. El contrato recién se formalizó en junio de 2018 y luego se detuvo para reducir el área de expropiación. Esto también generó problemas cuando, en septiembre de 2019, grupos defensores de la huerta ocuparon el Forn de Barraca en Alboraya para evitar su derribo.
En línea con la apuesta por la movilidad sostenible y activa, Sánchez ha informado de que en el primer semestre de 2023 se inaugurará un nuevo puente peatonal entre Alboraya y Port Saplaya, que mejorará la transitabilidad peatón-bicicleta de la V-21 y conectará la V-21 conecta el anillo ciclista desarrollado por la Generalitat. En este punto, la consejera destacó la importancia de la cooperación entre ambas administraciones, poniendo como ejemplo los convenios que se presentarán el próximo mes y relacionados con soluciones e infraestructuras innovadoras de movilidad en la Comunidad Valenciana por valor de 300 millones de euros.
Los contratistas están demandando el retraso y presentando una demanda.
La Cámara de Contratistas ha expresado en reiteradas ocasiones su malestar por los retrasos y contratiempos en los trabajos para modernizar el V-21 con esta tercera vía. El director gerente de contratistas, Manuel Miñés, recuerda el protocolo de la paralización parcial y los cambios realizados durante ese tiempo.
“Es una obra que no solo sufrió un retraso tremendo, sino que se destinó una cantidad importante de dinero para que al final se opte por un carril HOV en lugar de uno tradicional por el que puede circular cualquiera”, dijo a LAS PROVINCES al ser consultado horas antes. la presentación. En este sentido, Miñés destacó la posibilidad de que la constructora pudiera demandar al Ministerio por el lucro cesante a causa de estas averías, a las que se sumó también el estado de alarma y posteriormente los problemas de abastecimiento por el aumento de materias primas.
Sin embargo, la opción de quejarse es solo un acercamiento, que no quiso confirmar con firmeza por el momento. «Lo que sí sabemos es que hemos realizado tres conversiones y que está pendiente una liquidación, que finalmente tendrá que pagar el contribuyente», añade el empresario, que destaca que esta construcción está plagada de «inseguridad jurídica».
“La gente no maneja en esta carretera voluntariamente, sino por necesidad, y no es realista que todos tengan la oportunidad de compartir el viaje. Además, no existe ningún estudio de tráfico que confirme la eficiencia de un carril HOV en este caso; puede estar infrautilizado”, dice.
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