La Audiencia Provincial de Badajoz impuso 20 años de prisión a JG, un hombre de entre 30 y 40 años que fue declarado culpable de los delitos de agresión sexual con penetración, lesionada en materia de violencia de género, amenazas graves y detención ilegal, hechos denunciados en Badajoz por una mujer que llevaba tres meses de relación sentimental con el imputado.
El imputado, que permaneció en prisión temporal, está sujeto a la agravando la reincidencia habiendo sido previamente condenado por violación de la sentencia, lesiones familiares y lesiones.
En este caso, la víctima es una mujer con la que empezó a vivir un mes antes. En el proceso, se demostró que el día en que ocurrieron los hechos, la mujer regresó a su casa alrededor de las 7:30 pm. En ese momento el procesado ella le dijo que estaba vestida de manera inapropiada. Ella le dijo que no se sentía bien y se reclinó en el sofá.
Dos horas después, el hombre la despertó y con vehemencia y terquedad le pidió que tuviera sexo con él. diciéndole que «tenía que hacer lo que quería». Ella se negó persistentemente, pero el hombre la inmovilizó hasta que tuvieron relaciones sexuales.
Posteriormente, la víctima ingresó al baño. Posteriormente, recibió una llamada telefónica de un colega, con quien habló. Esa llamada provocó la ira del hombre, que la agarro violentamente por el cuello, viniendo a levantarlo del suelo y dándole varios empujones. La mujer intentó escapar, pero él la agarró del cabello y la arrastró al baño, donde nuevamente la agarró por el cuello y la sostuvo un rato sosteniendo la puerta para evitar que la abriera.
Posteriormente, el archivo procesado Le dijo que si no se quedaba callado la mataría.“Todo esto mientras toma el cuchillo y lo pone en el cuello de la mujer, luego le mete un paño en la boca y le ata las manos a la espalda. Además, le administró dos pastillas tranquilizantes en contra de su voluntad. A las 3:00 de la mañana la mujer se durmió en el sofá. Alrededor de las 9:00 la despertó y la desató para ir a trabajar.
Horas después informó de lo sucedido y los médicos descubrieron que tenía erosiones en el cuello y un ataque de ansiedad.
El caso fue procesado por la Audiencia Provincial de Badajoz, cuyo tribunal llegó a la convicción de que los hechos ocurrieron según lo denunciado por la víctima. «Su testimonio fue natural, sincero y contundente».
El acusado negó las acusaciones y también negó que tuvieran una aventura. Dijo que la dejó vivir en su casa «para hacerle un favor, pero lo instó a pensar en encontrar un hogar». Además, aseguró que las relaciones fueron «consensuadas».
Sobre la relación de pareja, la cancha No dudé que existía después de leer los mensajes de whatsap. que habían intercambiado, y sobre la naturaleza de las relaciones sexuales los magistrados han valorado lo señalado por el forense, quien afirmó que la víctima presentaba lesiones compatibles con «inmovilización».
La sentencia lo condena a 12 años de prisión por agresión sexual con penetración vaginal; 1 de prisión por lesiones en el ámbito de la violencia de género; 2 años de prisión por amenazas; y 5 años de prisión por detención ilegal. Las circunstancias agravantes de reincidencia en el delito de lesión y las circunstancias agravantes de parentesco y género se aplican a las agresiones y amenazas sexuales.
Además, el imputado está condenado a indemnizar a la víctima con 360 euros por las lesiones y 6.000 por daño moral. Contra la sentencia se ha interpuesto recurso de casación ante el Tribunal Supremo de Justicia de Extremadura.
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