La investigación científica se utiliza para salvar vidas y mejorar los tratamientos que curan enfermedades o ralentizan aquellas patologías para las que no hay solución. Como el Alzheimer.
La Asociación de Jubilados de La Pobla Llarga lo sabe y por ello viene donando donaciones para la investigación del Laboratorio de Polímeros Terapéuticos de la Fundación Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), que esta semana logró sus primeros resultados en animales, tras ocho años de Trabajo constante contra el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.
Un estudio también financiado por el Ministerio de Sanidad y financiación FEDER del Programa Comunitario 2014-2020 con el apoyo del Ministerio de Ciencia, el Ministerio de Innovación y el Consejo Europeo de Investigación.
Enrique Balaguer, presidente de la Asociación de Jubilados del Municipio de Ribera Alta, dijo que cuando se enteraron de que esta investigación estaba en curso en Valencia, no dudaron en hacer todo lo posible. «El Alzheimer es una enfermedad muy importante que no tiene cura, por lo que cualquier investigación es positiva», afirma.
Con la venta de loterías o entradas para actividades culturales en la ciudad, la empresa ha recaudado alrededor de 1.000 euros anuales para financiar esta obra. Y ya hay cinco ejercicios que han ayudado. Es lamentable que no hayan podido organizar muchos eventos en 2021 y 2021 para recaudar fondos para la pandemia de coronavirus. Sin embargo, han cobrado fuerza para seguir apoyando la investigación a la que ya han aportado en torno a los 5.000 euros.
La conciencia colectiva sobre el Alzheimer siempre ha estado sobre la mesa. Sin embargo, Enrique explica que las conversaciones informativas que recibieron de este grupo de investigación les sensibilizaron sobre la enfermedad. «Hemos asistido a talleres que explican cómo funciona la enfermedad, cómo se puede prevenir, cómo se puede propagar y cómo se puede ralentizar», dice. Además, la asociación ha visitado las instalaciones en varias ocasiones después de iniciar la cooperación con el centro.
La científica María Jesús Vicent, responsable del grupo de investigación, agradece la donación: «Gracias a ellos pudimos sacar las primeras conclusiones de un proyecto de ocho años que aún está en marcha».
Por eso, desde Pobla Llarga, quieren ser parte del progreso de la ciencia en la medida de lo posible. «Siempre que podamos, recaudaremos fondos para enviar. La ayuda es fundamental para encontrar mejores tratamientos», explica, sabiendo que aunque no pueden aportar grandes cantidades, sí lo son «tota pedra fa paret».
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