Lo que resultó ser un gran día de deportes el domingo se convirtió en tragedia para un vecino de 59 años de la localidad valenciana de Algemesí, que murió tras tragarse una abeja mientras montaba en bicicleta.
Los hechos ocurrieron pasadas las once de la mañana del 25 de abril, cuando un grupo de ciclistas circulaba por la carretera CV-505 que une Algemesí y Albalat. En concreto en un punto cercano a la conocida Finca de Sinyent en la localidad de Polinyà de Xúquer, recorrido habitual por muchos deportistas amateurs que practican este deporte los fines de semana en Ribera Alta y Baixa.
Uno de los miembros del grupo tuvo la mala suerte de tragarse una abeja que parecía haberle picado en la garganta, provocando un paro cardiorrespiratorio, probablemente debido a una alergia al veneno del insecto.
Los escoltas llamaron de inmediato a los servicios de emergencia porque su amigo tenía dificultad para respirar. Según fuentes del Centro de Información y Coordinación de Emergencias (CICU), el aviso llegó a las 11:45 a.m. advirtiendo que una persona había ingerido este tipo de insecto.
Una unidad SAMU y una unidad BLS (Basic Life Support) viajaron al lugar del accidente y encontraron al hombre en paro cardiorrespiratorio. También fue en este punto cuando acudieron miembros de la policía local de Polinyà a revisar cómo los trabajadores sanitarios intentaban salvar la vida del hombre. A pesar del gran esfuerzo del servicio de salud, que realizó todo tipo de maniobras de reanimación, no fue posible deshacer la detención para salvar su vida. La víctima, de 59 años, vivía en Algemesí y tenía un negocio en Alzira.
Puntadas fatales
Los incidentes de salud graves causados por las abejas son más comunes de lo que parece, según los profesionales de la salud. En muchos casos, porque las víctimas no saben que son alérgicas al veneno, y en otros casos, porque la aparición del panal en lugares inesperados, especialmente esta primavera, provoca una gran cantidad de picaduras.
En los últimos años, las abejas han provocado varias muertes en la Comunidad Valenciana. En 2019, un vecino de Moncada murió tras sufrir una picadura de abeja mientras trabajaba en los campos cercanos a algunas de las colmenas de Bétera. El insecto picó al hombre de 52 años en el cuello y este colapsó tras un paro cardíaco.
Y el hecho es que los agricultores suelen ser los más afectados por este tipo de mordeduras mortales. En septiembre de 2017, un vecino de Burriana de 57 años, un trabajador del sindicato de riego municipal, murió después de recibir picaduras de avispa en el cuello y la cabeza. Fue mientras limpiaba unas trincheras en la ciudad
En 2016, un hombre de 81 años que trabajaba en varias picaduras de este insecto en un campo en Massamagrell murió en circunstancias similares.
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