LOGROÑO, 17 de octubre (EUROPE PRESS) –
Tres residencias en La Rioja implementan un nuevo modelo de atención emocional, social y espiritual al final de la vida. Según el Network Aging Report 2019 del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), 400.000 personas con una edad media de 80 años, dependientes o en situación de vulnerabilidad, viven en los más de 5.000 apartamentos que existen en España.
Es un grupo de población particularmente vulnerable con alta morbilidad y mortalidad: más del 80% padece enfermedades crónicas complejas y avanzadas; hasta un 60% padece demencia y existe una alta prevalencia de necesidades psicosociales y espirituales mal atendidas. También se tienen en cuenta otras condiciones relacionadas con la soledad y la pobreza, que se resolvieron principalmente a partir del encarcelamiento y la situación de pandemia.
Ante esta realidad, la Obra Social «la Caixa» ha ampliado y ampliado su programa de atención integral a personas con enfermedades avanzadas a residencias para personas mayores, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades avanzadas y familiares. Actualmente, el programa se está desarrollando en 113 residencias de toda España. Tres de estas residencias son de La Rioja: Los Manitos; Residencia de La Rioja; y residencia de Lardero.
El subdirector general de la Obra Social «la Caixa», Marc Simón, afirmó: “Hoy es más necesario que nunca tener un modelo de atención en el que la persona sea el centro y apoye a los residentes y sus familias así como a los profesionales «. y organizaciones «.
El programa de atención integral a las personas con enfermedades avanzadas de la fundación «la Caixa» se puso en marcha en 2009 como modelo pionero en la atención emocional, social y espiritual en la medicina paliativa, así como en los procesos de muerte y duelo.
Hasta la fecha, ha sido desarrollado por 44 EAPS (Equipos de Atención Psicosocial) pertenecientes a reconocidos equipamientos socio-sanitarios en sus respectivas comunidades autónomas, formados por más de 230 psicólogos, trabajadores sociales, enfermeras, médicos y agentes pastorales, y más de Enfermería 1.000 voluntarios que trabajan en 132 hospitales de toda España y 133 unidades de apoyo a domicilio. Desde su inicio, el programa ha ayudado a 209,499 pacientes y 301,722 dependientes, más de 500,000 personas recientemente.
En La Rioja, el programa se desarrolla en el Hospital de La Rioja, en el Hospital San Pedro de Logroño y en cinco equipos de atención domiciliaria a través de una EAPS de la Fundación Rioja Salud. El equipo está formado por tres psicólogos, un trabajador social y un administrador. Desde sus inicios, La Rioja ha atendido a 3.534 pacientes y 7.794 familiares.
Actualmente, el programa se está ampliando en los tres dormitorios de La Rioja con la incorporación de otro psicólogo de Eaps, que se dedica exclusivamente a la atención en los dormitorios. 116 personas han sido atendidas desde el inicio hace unos meses: 62 residentes y 54 familiares.
ATENCIÓN EMOCIONAL, SOCIAL Y ESPIRITUAL EN RESIDENTES
El modelo de actuación del programa bajo la Estrategia de Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud ofrece una atención cálida y personalizada que complementa la labor de los paliativos en hospitales, domicilios y centros socio-sanitarios. Su objetivo es lograr una atención integral basada en las necesidades emocionales, sociales y espirituales de la persona y su entorno y apoyar a los profesionales que la acompañan.
El residente es atendido individualmente o en grupo, basado en la escucha activa y la empatía; la expresión de emociones y sentimientos; el acompañamiento en su sentimiento espiritual; la adaptación progresiva a la enfermedad y el valor del apoyo voluntario al final de la vida.
El cuidado familiar incluye el apoyo que necesitan para cuidar a sus seres queridos, así como el acompañamiento, prevención y tratamiento del duelo.
El cuidado de los profesionales de los hogares de ancianos también es un factor importante para el bienestar de los residentes y sus familias. Con esto en mente, el programa ofrece apoyo en situaciones de agotamiento, ansiedad e incomodidad; Espacios para expresarse y reflexionar sobre casos especialmente complejos; Aportación de técnicas y recursos en las diferentes áreas asistenciales: soledad, fin de la vida y duelo.
El programa también ofrece formación a profesionales, voluntarios y familias, en la que se imparten contenidos, medidas y métodos.
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