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PAMPLONA, 23 de febrero (EUROPA PRESS) –
Tres graduados de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra han obtenido una de las 100 mejores plazas en el examen de Psicólogo Interno Residente (PIR). Pablo Zapata Sada, natural de Pamplona, ha alcanzado el puesto número 13. Le siguen Edurne Iriarte Gurbindo, también navarra, en el puesto 42, y Víctor Eugenio Dachary Pérez, en el puesto 96. Su compañera Blanca Sánchez -Ostiz Martínez, también ha conseguido hacerse con una de las 204 plazas convocadas.
«Conseguir un lugar durante la preparación siempre está en mi mente y después de tantas horas de aprendizaje, sabía que existía la posibilidad de que sucediera», dice Pablo Zapata. El psicólogo, que es psicólogo de primer grado, explica que lleva cuatro años estudiando y, tras muchas fases, ha conseguido su objetivo «gracias al apoyo de su círculo más cercano». “Ves a mucha gente saliendo adelante y sigues siendo ‘el que está con el PIR’. Pero con la ayuda de la gente que me quiere (familia, novia, amigos, compis Pires…) y constancia, soy Al final pude seguir adelante y lograrlo”, dijo en un comunicado del centro académico.
Pablo Zapata agradeció a la Universidad de Navarra «que les haya facilitado un sitio en la biblioteca con mesa propia, junto al resto de compañeros del PIR», lo que le ayudó «a concentrarse mejor y optimizar sus estudios». En cuanto a su futuro próximo, aún no tiene claro qué destino elegir: «Tengo que mirar bien las ubicaciones y ofertas de cada hospital», añade.
Más de 4.000 personas fueron convocadas para conseguir una de las 204 plazas. La psicóloga y profesora de la Facultad de Educación y Psicología Elkin Luis reconoce que “el PIR es un excelente ambiente de formación para las personas que profesionalmente se esfuerzan mucho para conseguir un trabajo y que obtienen su recompensa después de tantas horas de formación -la mayor parte en solitario- Asimismo, también se refiere a aquellos como “un modelo de constancia que no han logrado conseguirlo” y añade que “esto tiene mucho más sentido en un momento en el que la situación sanitaria es poder, en particular el mantenimiento y deterioro de la salud mental de muchas personas en un contexto que justifica la inclusión de psicólogos en los centros de atención primaria y especializada».
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