LOGROÑO, 1 de julio (EUROPE PRESS) –
Los imputados intentaron matar a un joven en un lugar remoto de Villamediana en julio de 2019, han aceptado siete años de prisión en su caso, uno por robo y seis por intento de homicidio, y cinco y medio, uno por robo y cuatro y medio por intento de homicidio.–
Fue en el juicio que tuvo lugar en la Audiencia Provincial esta mañana. Durante diez años también ha aceptado la deportación de la víctima. El convenio con el Ministerio Público, que atenúa las penas inicialmente previstas de 12 años de prisión, tiene en cuenta el alivio de la drogadicción de los imputados y el de reparar los daños, ya que cada uno de ellos 2.000. ha depositado euros.
Aún También fueron condenados a pagar a la víctima 18.000 euros en concepto de responsabilidad civil y 45.000 euros adicionales por el daño moral y las consecuencias sufridas por la víctima. Los gastos incurridos en el Seris también se evalúan cuando se ejecuta la sentencia. Ambos permanecerán en la cárcel.
Durante la audiencia La víctima fue interrogada y se confirmó su testimonio ante la Guardia Civil y ante el juez de instrucción. La víctima describió los hechos y confirmó el motivo del robo en su solicitud de indemnización. Se prescindió de los demás testigos y se consideró reproducida la prueba pericial y documental. Las partes también se negaron a informar sobre sus hallazgos..
El imputado habló solo para expresar su pesar y justificar lo sucedido como consecuencia de su adicción a las drogas..
HECHOS
La carta, a la que tuvo acceso Europa Press, informa sobre hechos ocurridos entre el 16 y el 18 de julio de 2019. El 16 de julio, el imputado, socio del otro imputado, se encontraba con la víctima -RCC- discutiendo «con motivo de los estupefacientes que consumían».
A continuación, la acusada afirmó haber sufrido abusos sexuales por parte de la víctima, tanto por parte de su pareja como de su propia pareja, a quien también se le imputa en el juicio.
A partir de ahí, los imputados, acompañados de otra persona no identificada, planearon agredir a la víctima que había sido engañada para que se quedara el 18 de julio y hablar con el imputado sobre lo ocurrido el día del consumo de drogas.
Ese día, la imputada se dirigió al lugar donde se reunió con RCC en Villamediana, abordo de su vehículo, cargando un perro en el asiento del pasajero y escondido en la cajuela del auto.
Vehículo a su pareja, al imputado y al tercero que no fue identificado al momento de la investigación.
Después de hablar unos momentos, ella lo convenció de que se fumara un porro.
un lugar apartado y dejar al perro en libertad. Mientras conducían por una calle, la acusada detuvo el automóvil y se dirigió a la parte trasera del vehículo, después de lo cual llamó a RCC. pegar
ESCONDIDO EN EL TRONCO
A continuación, el imputado abrió la cajuela del vehículo para que el imputado JMP, quien portaba un bate de béisbol, y la tercera persona no identificada pudieran salir. La víctima se escapó, fue seguida y golpeada en el brazo mientras intervenía en el ataque a su cabeza.
RCC siguió corriendo y aprovechó para llamar a su tío en busca de ayuda a pesar de que fue golpeado por los imputados y la tercera persona que lo tiró al suelo, por lo que el imputado comenzó a
lo golpeó en todo el cuerpo con el bate de béisbol hasta que el bate se rompió mientras la otra persona no identificada lo pateó en las costillas, la espalda baja y la cara.
En ese momento, ARH tomó el teléfono de la víctima, que se había caído de un golpe, para evitar que pidiera ayuda.
Después de romper el bate de béisbol, la otra persona no identificada le dio al acusado un cuchillo, que JMP abrió al comenzar a clavarlo en el cuerpo de la víctima para terminar con su vida mientras
gritó «cagarás, cagarás» y le dio una patada por todas partes al mismo tiempo.
Finalmente, los imputados y la tercera persona no identificada abandonaron el sitio, tomaron el teléfono de RCC y lo abandonaron, con la ayuda de algunas personas que circulaban por la ciudad.
Motocicleta, que luego llamó al SOS Rioja 112 y solicitó una ambulancia. Una patrulla de la guardia civil llegó al lugar y brindó primeros auxilios médicos hasta que llegó la ambulancia.
Como consecuencia del ataque, la víctima sufrió diversas lesiones por las que tuvo que ser operada e incluso tratamiento por parte del departamento de salud mental, que tardó 220 días en sanar, con múltiples cicatrices como resultado.
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