«Ser capaz de escuchar, aprender de las experiencias de vida, compartir y distribuir»
LOGROÑO, 11 de septiembre (EUROPA PRESS) –
La coordinadora del Máster en Orientación Familiar de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Carmen Martínez Conde, ha señalado que el respeto es la clave de la convivencia en un hogar donde conviven varias generaciones.
En el cual síndrome del nido completo Los niños se quedan con sus padres cuando tienen treinta años o más. A veces porque no podían (o no querían) montar su propio negocio, a veces volvían a casa de sus padres por su situación económica.
Para Martínez Conde, lo primero que hay que señalar es que no se puede generalizar ya que cada familia tiene sus propias circunstancias.
En general, informa, esta situación está siendo fomentada fundamentalmente por la crisis económica y también está ligada al aumento de la edad para contraer matrimonio y de las condiciones laborales.
Pero también puede ser causado por el llamado síndrome de Peter Pan, es decir, la negativa a crecer, donde hay “un desafío mayor”, a saber, “hacer que el niño entienda” “que hay que asumir la responsabilidad”.
“Cada familia es diferente, hay que estar muy atento a las necesidades de la familia, hay que ver el caso de cada familia y ver las necesidades”, ha subrayado.
En todo caso, dijo, “el respeto, el saber aceptarse, adaptarse” es fundamental para el funcionamiento de la convivencia; y, enfatizó, «hacer equipo». «Hazlo fácil para ambas partes», dijo.
“Ser capaz de escuchar, de aprender de las experiencias de vida, de compartir y distribuir. Para ello, tener reglas y normas claras y ser conscientes de que nacimos en generaciones diferentes”, dijo.
Para este experto “La casa es una profesión“, y hay que verlo “a través de los ojos de los profesionales” quién asume qué rol, qué necesidades existen, cómo se organizan las tareas, cómo se gestionan los costes. Todo a través del diálogo y la “implicación de todos”.
“La organización de una familia requiere mucho diálogo; hay que buscar momentos para hablar de eso, para adoptar reglas, para hablar de la organización de la casa, de los horarios”, explicó.
“Cuando hablamos de crear un hogar, tenemos que hacerlo con un compromiso que no nos ahogue, hablar con pensamientos positivos”, agregó, señalando que se trata de pensar que “somos uno crear un nuevo comienzo”.
Ha insistido en «culpar a nadie» porque «uno puede preguntarse qué hizo mal».
Para la coordinadora del máster en orientación familiar, es importante que todos participen «consciente de lo que puede dar y servir a los demás».
El consejo número uno, dijo, es «ámate a ti mismo profundamente», porque «cuanto más amamos a los demás, mejor nos conocemos».
Un cariño que va acompañado de «orden» porque da «seguridad y tranquilidad». “El orden viene de trabajarlo, pensarlo, organizarlo”, enfatizó.
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