Las acciones del padre de un bebé salvaron la vida de su hija en un paro cardíaco después de que se ahogara en su casa de la capital grancanaria por orden de un médico coordinador de la SUC.
La llamada de atención indicó que una niña de un año que no respiraba había sido arrastrada fuera de una bañera. El médico coordinador del SUC, presente en el quirófano 1-1-2, le dijo al alertado que comenzara a insuflarle. Verificando que no les respondía, explicó a través de teleayuda la necesidad de practicar el masaje cardíaco y cómo se debe realizar (ya que es diferente al de un adulto) y el ritmo a seguir para que sean efectivos.
Luego de varios ciclos de compresión, la menor comenzó a llorar y según los datos que le fueron transmitidos durante la conversación, la niña tenía mejor color y se mantenía consciente.
El personal de la SUC que viajaba a casa comprobó que la niña estaba estable y la llevó al hospital universitario Materno Infantil de Gran Canaria en una ambulancia de soporte vital avanzado para su valoración.
Los coordinadores de salud de SUC, tanto médicos como enfermeras, están continuamente con incidentes en los que trabajar con los socorristas es esencial para salvar la vida de un paciente o minimizar las consecuencias, ya que brindan primeros auxilios hasta que llegan los recursos de salud.
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