Los populares prometen que referirán a los pacientes que llevan más de 50 días esperando tratamiento al sector privado
«El PP emprenderá acciones legales contra la idea equivocada de que el valenciano puntúa tres veces más el doctorado en el baremo de alquiler de aseos. Esto va en contra de las reglas básicas de la eficiencia sanitaria”, así de tajante se ha mostrado este jueves el presidente del PPCV, Carlos Mazón, durante la actuación, en la que ha presentado un plan de medidas concretas “ante el derrumbe y las graves situación en la que se encuentra la salud”, presentó.
Mazón se ha referido a la escala de actuación para el procedimiento excepcional de consolidación de plazas propuesta por el Ministerio de Sanidad, con la que, entre otras cosas, se pretende que se valoren por triplicado los conocimientos de valenciano, como por ejemplo tener una tesis doctoral. , como avanzado LAS PROVINCIAS; un enfoque que encontró resistencia por parte de los principales sindicatos y organismos profesionales.
En este sentido, el presidente popular ha subrayado que un sistema sanitario «colapsado» no puede desalentar a los médicos y expulsarlos del sistema. Si Puig ratifica esta norma y decide anteponer el prejuicio lingüístico a la profesionalidad, el PP acudirá a los tribunales para revertir esta situación. Protegeremos a nuestros sanitarios y eliminaremos la ideología sobre la salud, que es una de las razones por las que la sanidad acaba colapsando.
En cuanto al acuerdo de exigencia de idioma, Mazón ha señalado que “tenemos un plan contra este Gobierno que no tiene plan y no se aclara desde hace seis años. Nuestro plan es de sentido común, sin prejuicios, donde el valenciano es un mérito, un complemento y un peso razonable. Eliminaremos los prejuicios ideológicos. Anularemos este requisito lingüístico a falta de conocimiento de su desarrollo en determinados aspectos concretos por no conocerlo.
El general ha advertido de que la sanidad pública en Valencia está “filtrando, no funcionando, colapsando y no hay respuesta ni compromiso real con la salud pública. Estamos planteando un plan de acción concreto porque no conciliamos este sistema de quiebra de la sanidad pública explicada por la incompetencia de la gestión.
Mazón ha anunciado que «en los primeros cien días de gobierno» implantaremos la regla de los 50 días para evitar retrasos en los suministros. Es decir, después de 50 días sin supervisión, se deriva al servicio privado de forma gratuita, manteniendo la calidad y titularidad del servicio público. Esta norma 50 estará legalmente blindada por lo que la atención de los pacientes será obligatoria durante este período”.
En segundo lugar, un plan especial de incentivos. “Alentaremos a aquellos profesionales que estén dispuestos y puedan trabajar más horas a aprovechar al máximo los recursos públicos. Es un plan especial de incentivos económicos para quienes lo deseen. Además, también tendremos un plan de incentivos para puestos difíciles de cubrir en áreas difíciles de cubrir y departamentos de salud donde es más difícil cubrir. Trabajaremos por la meta de 35 horas semanales para el colectivo de salud y a partir de estas horas entrarán en juego los complementos específicos y los incentivos especiales”.
Mazón ha anunciado que “blindaremos el presupuesto sanitario con al menos un 30% del presupuesto total para darle peso específico. Puig no le ha dado a la sanidad el peso presupuestario que se merece, ya que nunca ha superado el 30% en esos años en los que nunca se hundió con los gobiernos populares.
“También implementaremos un plan para reclutar, retener y reconocer la profesión. No se debe permitir que prevalezcan los prejuicios sobre la contratación y la experiencia de los trabajadores de la salud, ni que se realicen pruebas descuidadas y discriminatorias, como las que se utilizan en los procesos de estabilización de empleo o en las oposiciones de enfermería”, agregó.
«situación dramática»
Por su parte, el portavoz de sanidad del GPP en Les Corts, José Juan Zaplana, ha calificado la situación sanitaria de «dramática» y ha presentado una serie de datos.
“Los datos de atención son cada vez peores. A día de hoy, 68.116 personas están en lista de espera quirúrgica, 7.935 más que hace un año. De estas, 1.151 personas esperan más de seis meses para ser operadas, más que el año anterior. El retraso en las pruebas diagnósticas supera los seis meses. Solo en la provincia de Castellón hay más de 40.000 personas esperando cita, 15.000 más que el año pasado. En atención primaria, hemos anunciado tres planes y escuchamos a los trabajadores de la salud exigir que se elimine la intervención política y se les permita organizarse. Tenemos tres planes falsos y las promesas se rompen todo el tiempo, con medidas para cumplir entre 15 y 20 días. En los hospitales, la sala de emergencia está congestionada con colapso permanente, lo que lleva a la reducción de las intervenciones de enfermería y quirúrgicas debido a la necesidad de camas y colapso de emergencia.
José Juan Zaplana continuó con el análisis de la realidad sanitaria en la Comunidad Valenciana. «En los departamentos los responsables del servicio de Vinaròs están hablando del desmontaje, en la zona de Torrevieja hasta Pilar de la Horadada ha pedido ir a Murcia a encargarse de ello. Muchos SAMU siguen sin médico, en salud mental no hay plan, no hay refuerzo y no hay servicio. Siguen prometiendo centros que no tienen donde asentarse, como en Castellón, y el plan de Puig para 2021 sigue en el aire.
Zaplana ha señalado que “es cierto que hay escasez de trabajadores cualificados, pero de los 9.000 despedidos por los contratados por el Covid, solo quedan 5.000. De la oferta de Puig, que decía que en octubre se alquilarían mil sanitarios, no se habían alquilado. Finalmente serán 769 y en 2023. Y de estos, sólo 102 médicos de los 6 irán a Castellón, 44 a Alicante y 52 a Valencia (quedan cinco médicos por departamento de salud). Además, llevamos cuatro años aprobando un decreto de aprobación de puestos, pero esto no se llevó a cabo, y para la contratación el valenciano es tres veces más importante que la educación.
En referencia a la oposición de enfermería celebrada este fin de semana, Zaplana ha indicado que «fue un espectáculo bochornoso. Puig y la ministra deben disculparse y ordenar una investigación porque el proceso está plagado de irregularidades. Tomaremos todas las medidas apropiadas para defender la justicia, restaurar la dignidad de la profesión de enfermería y evitar que esto vuelva a suceder».
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