La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Supremo de Asturias (TSJA) ha desestimado el nombramiento del representante legal del hombre de 48 años que fue condenado a un total de 17,5 años de prisión –En la Audiencia Provincial– de Abusó sexualmente de sus dos hijas durante casi una década cuando ambas eran menores. “Sólo es posible ratificar las conclusiones del tribunal de primera instancia, las cuales se basaron en pruebas documentales y personales obtenidas y practicadas válidamente”, dijo la sentencia de los jueces del TSJA. El veredicto también indica que no se violó la presunción de inocencia del imputado y que hubo pruebas suficientes de que el abuso de sus hijas fue «múltiple y por un largo período de tiempo». La sentencia, que no es definitiva, puede impugnarse en casación ante el Tribunal Supremo.
Los afectados tienen ahora 23 y 17 años. Durante la audiencia oral en el juzgado provincial a mediados de enero, la mayor manifestó que su padre la había abusado desde que se separó de su madre (2010) y que el hombre se había hecho cargo de la custodia de las niñas. Según su relato de la joven, que entonces tenía 13 años, el abuso fue constante. Al principio la conmovió, pero cuando tenía 14 años, su padre empezó a meterle los dedos en la vagina. Más tarde, dijo, la obligó a tener sexo oral varias veces.
El abuso tuvo lugar tanto en la casa de la familia como en un cobertizo del jardín a un kilómetro de la casa en el automóvil del hombre, cuyas ventanas estaban tintadas. La hermana menor ya se lo había advertido a la segunda esposa de su padre. Hizo «cosas raras» con su hermana por sorprenderla ocasionalmente subiéndoles los pantalones en una habitación.
La hermana mayor dice que al crecer comenzó a resistir el abuso y su padre respondió con violencia e incluso la hizo sangrar de su esfera privada en un momento. Después de casi una década de abuso bajo amenazas de «hacer mal» a su madre o hermana, la hija menor fue a la casa de su madre. En este punto, la hermana menor comenzó a ser maltratada por su padre. Según ella, el acusado le tocó los pechos y el culo con la excusa de que era una broma. Este último caso, el de la menor de las hermanas, salió a la luz cuando testificó sobre otro alegato de su padre. El hombre había sido denunciado por enviar mensajes de riesgo a uno de los compañeros de la niña a través de WhatsApp, a pesar de que había sido absuelto.
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