Influencers contra funcionarios. El sector más dinámico surgido en la última década dada la bien intencionada regulación de la transformación digital por parte del Ministerio. El departamento está dirigido por José Luis Escrivá, de 63 años y economista de formación. ¿Qué podría salir mal? Poco por el momento. El gobierno acaba de presentar las primeras líneas de un decreto legislativo que regulará las actividades de los influencers. En el futuro ya veremos.
“El hecho de que exista una regulación para que todos actuemos según los mismos principios es realmente algo positivo”.resume Business Insider Celia Rubio, una de las creadoras de contenidos sobre finanzas e inversiones más seguidas en España, con más de un millón de seguidores en Instagram y más de medio millón en TikTok.
“Personalmente me gustaría saber qué tipo de contenido se patrocina. Es importante que usted, como usuario, sepa qué es y qué no es contenido patrocinado.dice Rubio, quien enfatiza que la mayoría de los influencers no promueven cosas en las que realmente no creen. “Muchos creadores ya han informado de forma transparente a nuestra audiencia cuando el contenido era publicidad, cuando el contenido era patrocinado o cuando el contenido era un regalo”, cuenta.
El creador de contenidos apunta al cambio de paradigma que han supuesto las redes sociales en el mundo de la publicidad: la publicidad ya no es algo reservado sólo a los medios tradicionales. “Es una cuestión de iluminación; educar a los creadores y educar al público sobre el nuevo paradigma. Este tipo de leyes contribuyen a eso de alguna manera”. Adaptar la publicidad a los tiempos actuales y creo que son positivas: al fin y al cabo, dan más seriedad y sentido al trabajo de los creadores de contenidos”, explica Rubio.
“Cada vez se tiene más en cuenta que ahora todos los jóvenes quieren ser influencers y no deportistas de alto nivel. Me parece bueno que haya una regulación porque muestra y deja claro qué peso tienen en la sociedad”, explica Álvaro Morgado, creador de contenidos especializado en finanzas personales detrás del perfil @atrenzados, que cuenta con más de un millón y medio de seguidores en Tik Tok.
Morgado recuerda que en 2022 la CNMV introdujo una regulación sobre la promoción de criptoactivos, que inicialmente encontró un gran rechazo por parte de algunos influencers. “Por ejemplo, se quiere evitar que una persona con gran influencia haga recomendaciones de inversión en productos muy riesgosos que ni siquiera conoce”, explica Morgado.
“El objetivo es que los influencers sean conscientes de que estas normas existen y que todos las cumplimos”, subraya @doctorfision, creador de contenidos de ciencia y tecnología que tiene más de cuatro millones de seguidores en TikTok e Instagram también supera el millón de seguidores. “Cuando haces publicidad tienes que decir que es así”, coincide Rubio, aunque señala que ya hay leyes que los influencers deben cumplir -la ley audiovisual- y también hay fórmulas que dejan claro qué contenidos son publicidad. . “Las redes sociales te dan las herramientas para hacerlo y garantizan que la publicidad sea honesta y de calidad”, explica.
«La regulación es necesaria para el sector creador de contenidos».“Pero las propuestas del ministro siguen mirando al pasado”, afirma. Business Insider España Álvaro Martínez, el influencer detrás de @pasea_madrid, cuenta con más de 265.000 seguidores en Instagram. Él cree que las regulaciones dejan más preguntas que respuestas. “La sociedad va más rápido que las leyes”, afirma Martínez, que lleva tres años involucrado en la industria.
Tres de cada cuatro anuncios son publicidad encubierta
Varias fuentes coinciden en que el espacio de creación de contenidos en Internet necesita una solución desde hace mucho tiempo. Un estudio de la asociación IAB España y la agencia Primetag constató que tres de cada cuatro contenidos publicitarios compartidos por influencers no cumplen con la normativa que ya se aplica a otros formatos en España.
Algunos de los mayores problemas que señalan los expertos son el hecho de que los grandes influencers promocionan sus productos sin decir nunca que es publicidad, que están cobrando dinero por ello y que no es contenido orgánico.
Además, en redes sociales como TikTok, vemos cada vez más a creadores de contenido crear vídeos promocionales ocultos para cigarrillos electrónicos y otros dispositivos. En ningún otro contexto podrían hacerlo.
Para intentar poner límites a esta actividad, el decreto establece en primer lugar Los parámetros de lo que hace un creador de contenidos en las redes sociales.: Debes tener unos ingresos anuales superiores a 300.000 euros por toda tu actividad audiovisual, tener más de un millón de seguidores en una única plataforma o dos millones en múltiples plataformas y compartir 24 o más vídeos al año.
“¿Por qué 300.000 euros en ventas? ¿Por qué no vincularlo al SMI (salario mínimo interprofesional)?” ¿Quién no imagina qué criterio llevó a los funcionarios a fijar estos límites de ingresos y remolques? “¿Por qué un millón de seguidores? ¿Y si hay alguien con 900.000 seguidores cuyo público son niños, está fuera de lo normal?» «Creo que la intención es buena, pero las medidas que se toman son del siglo pasado», se lamenta.
Martínez habla de la audiencia infantil porque es uno de los puntos principales de la ley. Si el perfil cumple los criterios para ser considerado influencer deberá estar inscrito en el Registro Estatal de Prestadores Audiovisuales como “usuario de especial relevancia”. Tienen dos meses para hacerlo.
Gonzalo Barreno y Alejandro Fernández de la cuenta @planesbrutales con más de 500.000 seguidores celebran la regulación. «Ya era hora de que España tuviera alguna regulación, aunque mínima, a seguir.. Hoy en día influenciamos cada día a muchas personas con las redes sociales y era completamente ilógico que no existiera una regulación. «Si se trata de publicidad, hay que tratarla como tal y eso no se ha hecho hasta ahora».
En cuanto a los umbrales que ha fijado el gobierno, suponen que los grandes influirán naturalmente en los pequeños. “El hecho de que exista una regulación y que sólo afecte a perfiles con millones de seguidores también ayudará a que otros perfiles con menos seguidores adopten la regulación por sí mismos”, defienden.
La norma también la apoya el periodista Gregorio Casanova, quien además de su labor como director cultural de Vozpópuli, también crea videos sobre historia en plataformas como YouTube. Parte de su contenido se ve millones de veces.
“Estoy totalmente de acuerdo con el intento del gobierno de regular un sector con un impacto tan grande en la sociedad. De hecho, creo que esto se ha quedado corto ya que la mayoría de creadores de contenidos se quedan por debajo de los límites que marca Escrivá”, comenta.
Pero Casanova añade otro elemento al debate: la desinformación. “El problema más preocupante son las cuentas que difunden noticias falsas, desde política hasta sanidad. Lo vimos claramente durante la crisis de Corona. Y durante unos años No pasa un mes sin que uno de estos canales, que se autoproclaman defensores de la libertad y “que te dicen lo que otros no”, intoxica a la opinión pública con una nueva estafa.«.
Aunque pertenecen a cualquier ideología, dice Casanova, parecen multiplicarse en el sector derechista del cuerpo político, desde Estados Unidos hasta España. “Sin embargo, entiendo que es un elemento de regulación extremadamente sensible ya que entra en conflicto con la propia libertad de expresión, y realmente no veo manera de que un gobierno pueda abordar esta cuestión sin poner en peligro ese derecho”.
“Está regulado de manera demasiado unilateral”
Para proteger a los menores, estas grandes cuentas deben utilizar “herramientas de evaluación de la era digital” si el contenido que crean no es apropiado para menores. También deberán indicar la edad a la que está dirigido el contenido que crean. Estos códigos aún no se han determinado.
“Hay ciertos aspectos que hay que afinar, como toda la parte de la era de etiquetar contenidos”, subraya Rubio, autor de contenidos sobre finanzas e inversiones, que defiende los antecedentes de esta medida y el ejemplo de la clasificación de películas y nombres de rodajes rango de edad. “En última instancia, son los contenidos los que suelen tener un gran impacto y relevancia”, recuerda. «No hay nada de malo en poder etiquetarlos, pero debemos acordar cómo medirlos y qué parámetros existen para operar armoniosamente».
El otro aspecto importante de la regulación es prevenir la publicidad subrepticia. “Los influencers deben etiquetar y etiquetar explícitamente el contenido publicitario y no están autorizados a anunciar tabaco, alcohol o medicamentos”, afirmó este martes la ministra. Sus obligaciones son esencialmente las mismas que las de otros actores audiovisuales.
Nieves Felipo, Microinfluencers Según los estándares de las redes sociales (tiene 80.000 seguidores), defiende algunas cosas. «No creo que sea malo que haya que identificar la publicidad y el grupo objetivo», afirma. “Pero no sé en qué se basa eso en la cuestión de facturación y seguidores”. Para ella, un influencer es alguien “que es capaz de influir en los hábitos de consumo de sus seguidores”, y eso se puede conseguir con un millón o dos. Se convierten en 10.000 seguidores.
Influencers como Martínez están a favor una cierta normalización del sector, es decir, intentar que todos jueguen con las mismas reglas: “Una regulación adecuada sería buena para la gran mayoría de la industria. Creo que sería muy beneficioso una homogeneización de precios, reglas de juego comunes o algún tipo de contrato estándar basado en leyes específicas”.
Sin embargo, la cuestión tiene su núcleo. Sandra Majada, que regenta la cuenta @invitada_perfecta con más de 600.000 seguidores en Instagram, lo sabe.
“Me parece un tema muy difícil de regular porque hay mucha gente, cada vez hay más perfiles, cada vez hay más plataformas. Sin embargo, estoy algo tranquila porque creo que eso es lo que intento ser». «Tiene que ser lo más transparente posible para mi audiencia, y luego solo espero un poquito», comienza a explicar Majada.
Precisamente por eso Majada está a favor Los propios autores son parte del debate sobre la regulación de contenidos en las redes.
“Creo que la gente que está regulando esto lo está haciendo de forma muy parcial porque no tenemos representantes, ni creadores de contenidos sentados en esta mesa para ayudar a crear una ley que se corresponde poco con la realidad”, se queja.
“Es importante que el gobierno regule estas actividades pero también intente incentivar a los influencers para que puedan ejercer su profesión tranquilamente y que España pueda convertirse en un país pionero en la creación de contenidos”, subraya Morgado, en este sentido.
“Creo que las personas que regulan esto ahora mismo provienen del mundo de la publicidad convencional, y las redes sociales son algo completamente diferente. En mi opinión, en esta mesa también debería sentarse la parte técnica de las plataformas con las que trabajamos, porque también necesitamos de su ayuda a la hora de configurar la publicidad”, añade Majada.
En resumen, dice Majada, todos los involucrados deben sentarse y hablar entre sí: “La regulación y la transparencia no tienen por qué ser malas, siempre y cuando se hagan de manera significativa”.
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