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El juicio tendrá lugar este lunes 4 de abril en la audiencia provincial
LOGROÑO, 3 de abril (EUROPA-PRESSE)-
los El Ministerio Público pide una pena de prisión de ocho años y medio por una mujer acusada del delito de trata de personas con fines de explotación sexual y por otra determinada a ejercer la prostitución controlando férreamente los movimientos de otra joven y explotándola a ella y al dinero que recibía de la prostitución.
Según el escrito de la fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, el imputado, de nacionalidad rumana y mayor de edad, Tenía una relación familiar lejana con un compatriota que nació en 1995.
La víctima es una mujer sencilla, sin estudios, sin recursos personales, analfabeta, hija de un matrimonio de agricultores con siete hijos, en grandes dificultades económicas.
En ese contexto, se dice, el imputado acordó en 2014 con los padres de la víctima y consigo misma acompañarlo a España. ambos trabajaban en la prostitución, un medio por el cual ella podía ganar dinero.
De esta forma, en cumplimiento del acuerdo, ambos se trasladaron a España en octubre de 2014, el acusado pagó a la víctima el viaje con la obligación de devolvérselo en el trabajo.
Tras un tiempo en la localidad de Pancorbo (Burgos), Las dos mujeres llegaron a Logroño y acordaron ejercer la prostitución en un club de la calle Vitoria. Ambos también vivían en un departamento en Chilestrassedonde también vivía un hermano del imputado y otros compatriotas.
Poco después de su llegada, a partir de junio de 2015, “la acusada comenzó a controlar estrictamente a la víctima así como el dinero que tenía como crédito para pagar su viaje”.
El escrito de la fiscal señala además que “Pronto añadió una actitud de control y sumisión personal para explotarla a ella y al dinero que ganaba como prostituta.
Así, prosigue, “el acusado le confiscó sus papeles personales con la excusa de quedárselos, le exigió que le diera todo el dinero que ganaba y le dijo que había golpeado a las chicas que lo hubieran ignorado. Cualquier gasto que la víctima hubiera tenido que pedir dinero a la acusada, que también comprobó cuando estaba hablando por teléfono con sus padres.
Además, la víctima no podía salir sola del departamento de Chilestrasse, y muchas veces”.Cuando terminó su día en el club, el acusado lo buscó. Incluso lo censuró por tener sexo con un chico, insultarlo y golpearlo«.
En octubre de 2015, a través de la confianza de un cliente, el dueño del club contactó a la policía y expuso la situación.
Toda esta situación fue posible “debido a las características y circunstancias personales de la víctima que, si bien inicialmente había aceptado venir a España a ejercer la prostitución, dada su vulnerabilidad y falta de recursos personales para hacer frente a la situación a convertirse, Pronto se encontró bajo el escrutinio y la presión de los acusados.consciente de la debilidad de su compatriota, creó una situación que de facto le impidió tomar una decisión y lo obligó, bajo estas limitaciones, a continuar ejerciendo la prostitución y a entregar el dinero a los acusados.
Para la acusación, estos hechos constituyen un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y otro delito de determinación del ejercicio de la prostitución y la explotación sexual.
El fiscal impuso una pena de prisión de 5 años y 6 meses por el delito de trata de seres humanos y una pena de prisión de 3 años y multa de 15 meses a razón de 6 euros diarios por el delito de prostitución. Finalmente, eso El acusado reembolsará a la víctima 9.000 euros por el daño moral causado.
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