Una empresa no es una familia, y por mucho que quiera que te la vendan de esa manera, tus compañeros no son tu familia. Brian Chesky, director ejecutivo y cofundador de Airbnb, lo comprobó de primera mano.
En plena pandemia, Chesky escribió una carta a sus empleados informándoles que habría despidos en la empresa debido a la situación actual. “Tengo un profundo sentimiento de amor por todos ustedes”, escribió en esa carta.
En aquella época, el concepto de familia estaba muy arraigado en las empresas tecnológicas que ofrecían servicios gratuitos a sus empleados, como: Comidas, tintorería y gimnasio en la oficina.lo que les animó a pasar más tiempo en la oficina que en casa.
La perspectiva actual de Chesky ha cambiado, como explica en el podcast repensar, presentado por el psicólogo Adam Grant. Aunque cree que este enfoque puede servir como motivación, en muchos casos dificulta el trabajo y las relaciones.
“Escribí esta carta bastante rápido. No tuve mucho tiempo así que escribí lo que sentí y esto es lo que sentí y me emocioné mucho cuando lo escribí. Y es cierto que una empresa no es una familia.» De hecho, tuvimos que cambiar esa frase. Solíamos llamarnos familia y luego tuvimos que despedir gente. Los familiares no serán liberados«, explica en la entrevista.
No es una familia, pero es un equipo.
Comprender la perspectiva del director ejecutivo de Airbnb cambia de alguna manera la ideología de recursos humanos de muchas personas; Lo que lleva a la pregunta de cómo manejar estas relaciones.
El cofundador de Netflix, Reed Hastings, adopta un punto de vista innovador: para él, hay que verlo como uno solo equipo deportivo profesional. En su opinión, las empresas deberían organizarse en torno a la idea de que cada uno tiene que luchar por su puesto de trabajo cada temporada, como ocurre en el deporte profesional.
«Si vas a ganar la Copa Stanley, es porque has reunido el grupo de jugadores de hockey más increíble que jamás haya existido», dijo Hastings en una entrevista con la Universidad de Stanford.
Cuando se trata de liderazgo, el enfoque familiar hace más daño que bien. Un ejemplo sencillo: Normalmente el amor de una madre o un hermano es incondicional, estarán ahí pase lo que pase. Esto no puede ser el caso en una empresa. Si actúas mal constantemente, tendrás consecuencias.
Además, el mentor de liderazgo Joshua A. Luna dice en un artículo de Harvard Business Review: Cuanto más fuerte sea el sentido de familia, más podrá exigirle la empresa. No asumir estas cargas adicionales puede percibirse como una traición, ya que eso es lo que se espera de usted.
Sin embargo, el enfoque de equipo deportivo ayuda a crear un sentido de pertenencia en el trabajo al tiempo que aumenta el rendimiento y la productividad. Esto es crucial porque, como afirma el mentor, una buena cultura de trabajo garantiza que esta relación sea respetada dentro del equipo.
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