El arzobispo de Pamplona elogió al santo subrayando que «una sociedad que margina a Dios» está «condenada al fracaso total y encaminada al hambre».
PAMPLONA, 7 de julio. (PRENSA EUROPA) –
Miles de pamploneses acudieron este jueves al centro de la capital navarra para participar en la procesión en honor a San Fermín tras dos años de suspensión por la pandemia de la Covid-19.
Pamplona vive hoy el día grande de sus fiestas, el día en honor a San Fermín, que volvió a tomar las calles de la ciudad, ante miles de pamploneses vestidos de blanco y rojo, en la calle o en la Balcones desde donde le dedicaron ‘vivas’ y ‘goras’.
A las diez de la mañana, el cuerpo municipal, encabezado por el alcalde Enrique Maya, salió del ayuntamiento y, acompañado de la comparsa de gigantes y cabezudos, La Pamplonesa, Txistularis, Gaiteros, Timbaleros, Libreas y Maceros, entre otros, se dirigió al Catedral para celebrar el Cabildo de Recogida. Juntos se dirigieron a la ermita de San Fermín, desde donde el santo partió en procesión por las calles del casco antiguo entre los aplausos de los pamploneses.
Con la imagen de San Fermín en la calle han llegado los denominados «Momenticos», como la iota al «Glorioso San Fermín» en la Plaza del Consejo, interpretado por la Coral Santiago de la Txantrea, la del «Pocico ‘ de San Cernin, en el que se depositan flores en el pedestal del santo al son de ‘Agur Jaunak’, la jota de Canta et Yanta ‘Todo el mundo quiere cantar’, en la confluencia de San Antón y Taconera o la jota de Los Amigos del Arte en la Calle Mayor.
Sobre las 12:15 horas, el santo ya ha regresado a su capilla de San Lorenzo y ha comenzado la Misa en honor a San Fermín, celebrada por el Arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, y el Cabildo Catedralicio. También intervino la Banda de Música de la Catedral y el Orfeón Pamplonés, entre otros.
En su homilía, el Arzobispo de Pamplona elogió a San Fermín. “Hoy es un gran día para la ciudad de Pamplona y el motivo es que recordamos a San Fermín, el gran evangelizador en nuestras tierras navarras. San Fermín se santificó confiando todo en Dios y sólo en Dios”, enfatizó. Por ello, ha querido “cantar con alegría y demostrar que la fe milenaria que anida en el corazón de los pamploneses, a través del tiempo y de sus tiempos, sigue siendo esa luz que nadie puede apagar”. .
Francisco Pérez afirmó que San Fermín “nos invita también a ser auténticos evangelizadores, es decir, a proclamar de palabra y obra que creemos en Dios, lo amamos y servimos a los demás”. “San Fermín sufrió persecución y hasta murió a causa del credo que llevaba en su corazón y en sus obras. Su vida conmovió tanto al pueblo de Pamplona que su ejemplo de vida constituye la fe de un pueblo que acepta con nobleza el ejemplo de un verdadero seguidor de Cristo”, dijo.
El arzobispo rezó a Dios para que “siga cuidando de esta ciudad de Pamplona y no desista de mostrar la grandeza de su fe en Cristo, en su Evangelio y en su Iglesia”. “Rezo y pido a Dios que el pueblo de Pamplona siga los pasos de San Fermín. Una sociedad que margina a Dios es una sociedad condenada al fracaso y al hambre. La fe nos impulsa a seguir las pautas y leyes de los Diez Mandamientos. Cualquiera de ellos profanado y reemplazado por preocupaciones mundanas causará un daño incalculable. Por eso debemos ser defensores de la vida, defensores de la justicia moral, la justicia y la verdad en todos sus matices. La conclusión de todas las revelaciones en lo alto, y por lo tanto la fe, no es causada por la inteligencia, sino por el orgullo. Dios se manifiesta en los corazones sencillos, no en los arrogantes, orgullosos y conocedores”, dijo.
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