La unión de los dos títulos del género infantil en la propia producción de Campoamor y dirigida por Curro Carreres dio como resultado un espectáculo que duró más de tres horas. Algo «agotador» para los cantantes, como lo define Suárez.
María José Suárez, Mayca Teba y Darío Gallego fueron los únicos tres cantantes que hicieron todo el programa, los dos títulos. Y es la única asturiana con tridente. El resto del elenco solo lo hizo «Agua, Azucarillos y Aguardiente» o «Revoltosa ’69». Suárez jugó dos roles, uno en cada una de las zarzuelas, que requirieron de un gran esfuerzo físico y mental. «Cuando me presento al público, lo doy todo, y esta vez fue dos veces», explica. El problema es menos la duración del espectáculo, que va más allá de las tres horas, ya que algunas óperas superan ese minuto, que un doble programa tan intenso. “Cuando terminó ‘Agua, azucarillos y aguardiente’, apenas tenía veinte minutos para cambiar de vestuario y caracterización”, explica. Pero eso no fue lo peor: “La parte complicada es cambiar de un rol a otro en tan poco tiempo. también fueron actuaciones muy importantes ”, explica la mezzosoprano que dio vida a Doña Simona (» Agua … «) y Gorgonia (» Revoltosa «) en el Teatro Campoamor..
El arduo trabajo comenzó mucho antes de que él estuviera en público. Este programa dual ha sido restaurado en Campoamor después de que fuera cancelado por la pandemia el año pasado. Suárez tuvo que estudiar ambos roles, «y ambos tenían mucho texto porque el director hizo cambios en el guión original». Los ensayos comenzaron el 5 de abril. Mientras los cantantes acudían a Campoamor por la mañana o por la tarde para ensayar su participación en uno de los dos temas, Suárez tenía que estar allí por la mañana y por la tarde para participar en los dos turnos de ensayo. Llegó un día en que durante uno de esos ensayos en una coreografía, tropezó y cayó al suelo hasta casi desmayarse. Desde Campoamor directamente al centro médico.
Doña Simona y Gorgonia son dos mujeres fuertes, dos madres con carácter, pero los roles son muy diferentes y ahí es donde está el desafío.. El director Curro Carreres pidió a Suárez «una cierta continuidad entre los dos personajes para contribuir a la unión de los dos títulos en el programa doble». Eso facilitó un poco las cosas, ya que el cambio no fue tan drástico, pero el cantante oviedo aún tuvo que recurrir a la experiencia y al bagaje. Era el momento de recordar, «todo lo aprendido con directores como Emilio Sagi y Lluís Pascual, que me enseñaron mucho», admite la intérprete.
Como todos los profesionales del sector cultural, María José Suárez tuvo que sufrir cancelaciones de óperas, zarzuelas y conciertos, pero también tuvo la suerte de poder trabajar con restricciones. Pruebas con mascarilla y varias medidas de seguridad para prevenir la propagación del coronavirus, «pero estamos emocionados porque funciona así o se queda en casa», enfatiza Suárez. Reconoce la dificultad de ensayar con máscara «porque no se canta de inmediato, y mucho menos se expresa de inmediato», pero también insiste en que se ha acostumbrado más o menos a esta forma de trabajar.. Como si no quisiera acostumbrarse, habiendo protagonizado catorce funciones de «Luisa Fernanda» en el Teatro Zarzuela de Madrid entre enero y febrero, donde pronto repetirá con «El rey que rabió», en el que otro asturiano Asistirá el tenor Jorge Rodríguez Norton. Suárez empezará a ensayar el próximo lunes. «Me divierto mucho», admite. Trabajará bajo la dirección de Bárbara Lluch, nieta de Núria Espert y una de las directoras más famosas de España. Un nuevo reto en la carrera de la mezzosoprano de Oviedo.
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