Alberto González, amigo de Ayuso, en su laberinto

Pensé en un laberinto de laberintos, en un sinuoso laberinto creciente que abarcara el pasado y el porvenir y que implicara de algún modo los astros.
Jorge Luis Borges, Ficciones
Estamos en lo que deberían ser los dominios de Babia. Hablamos no del pueblo de la comarca de la provincia de León, sino de la dirección de la empresa Babia Capital SL, que figura domiciliada en León y también en Madrid. Y aquí, en la madrileña calle de Bravo Murillo número 50 en el cruce con la calle de Ríos Rosas, la señora que atiende la portería, después de manifestar su desconocimiento de la persona de Javier Gómez Hidalgo, el economista y fiscalista que es administrador único, y de la existencia, en este edificio, de la sociedad Babia Capital SL, sugiere que quizá junto al mismo, que también lleva el número 50 encontremos la respuesta. Pero, no. Hay un gimnasio que esta tarde primaveral del viernes 11 de abril, permanece cerrado.
¿Qué se nos ha perdido en Babia?
Mientras Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, declaraba como imputado por delitos de corrupción, la presidenta de la Comunidad de Madrid instaba a los empresarios en Quito, Ecuador, a desregular. “Hemos escuchado a empresas, profesionales y ciudadanos para reducir la legislación y eliminar requisitos obsoletos que dificultan la creación de negocios”. Y, precisamente, González Amador, a iniciativa propia, sacó el tema del ático que disfruta, desde 2023 con su pareja en el barrio madrileño de Chamberi, de 186 metros, justo encima de su piso adquirido en 2022, de 167 metros (362 metros cuadrados en total).
Según explicó a la juez Inmaculada Iglesias, él no tenía el dinero para comprar el ático, cuyo valor ascendía a 950.000 euros, y su amigo y representante legal de sus negocios, el economista Javier Gómez Fidalgo, le hizo el favor de adquirirlo y ofrecerle un contrato de alquiler de 5.000 euros al mes con opción a compra.
Gómez Hidalgo lo compró a través de la sociedad Babia Capital, al contado, sin préstamo bancario ni hipoteca alguna.
Babia se constituyó en 2019 con un capital social de 6.000 euros y su importe neto de la cifra de negocios en los últimos años ronda los 271.000 euros al cierre de 2021 y de 91.000 a diciembre de 2022.
¿Cómo pudo Babia, sociedad sin patrimonio y sin contraer deuda comprar a tocateja -aparentemente a una propietaria que se resistía a vender- el ático de la madrileña calle de Doménico Scarlatti?
El misterio, que González Amador afloró, sin aportar documentos acreditativos sobre su opción de compra, tiene un nombre financiero: derivados.
Un derivado financiero es un producto financiero cuyo valor depende de la evolución del precio de otro activo, que se denomina activo subyacente. Estos activos subyacentes pueden ser un índice bursátil, acciones, valores de renta fija, divisas, materias primas, tipos de interés y otros. Un derivado financiero es un contrato a plazo en el que se fijan todos los detalles de la contratación cuando se cierra el acuerdo, a excepción del intercambio efectivo, que se retrasa a un momento futuro.
Y así vamos llegando a González Amador y el favor de su amigo Javier (Gómez Fidalgo).
En las cuentas de Babia de 2023 hay un derivado. ¡Eureka!
Y una opción de compra puede ser, en efecto, una opción de compra. Tú pagas una prima para tener una opción a comprar con derecho a un precio del bien en un plazo determinado.
Pero amigo cuál es esa prima en el derivado que figura en el pasivo de la sociedad Babia. Pues, 955.000 euros.
Pero eso no es una prima, ese es el precio total del inmueble. Entonces, ¿cuál es el favor del amigo Javier a González Amador?
Porque seamos claros. El inmueble entró en los libros de Babia en 2023 y ese derivado es del mismo 2023 y los dos son por importe equivalente. El inmueble esta en el activo por 950.000 euros y el derivado (opción de compra) en el pasivo por 955.000.
Y ese derivado no es un pasivo financiero en el sentido de una deuda, de un préstamo. Pone derivado. Tiene que ser la opción de compra por el precio que han puesto, la totalidad del precio que pagaría el que lo haya pagado, si la ejerce un día no tiene que pagar nada.
¿Es que quien tiene esa opción pagó el inmueble y esta instrumentalizado como una opción de compra?
Y seamos más claros todavía.
Lo que llama la atención es que el pasivo que financia esa compra del ático es un derivado y que no puede ser otra cosa que la opción de compra que González Amador ha dicho, en el juzgado, poseer, y por cortesía de su amigo Javier.

2021 Cuentas de Maxwell Cremona / Redacción
Porque, como se ha apuntado, el valor de la opción en el libro de la Babia es igual al importe del inmueble, luego ya es suyo, el dia que quiera ejecutar esa opción no tiene que pagar nada, ya está pagado. ¿Por González Amador?¿Por otra persona?
Tenemos dos opciones por la estructura de esta operación
La primera es que los amigos de González Amador hayan dicho: “Te vamos a dar un piso ¿Cómo? Compramos el piso por tu cuenta y te lo reconocemos para que puedas quedarte con ello. El pasivo 955.000 de euros corresponde un derivado de 955.000 de euros. Ejercitas la opción y te quedas con el inmueble”.
La segunda opción es que González Amador fuera quien aportase el dinero y toda la operación encubriría la ficción de una compraventa. Problema: habría que indagar de dónde ha salido el dinero negro. Y, claro, estaríamos hablando de presunto blanqueo de capitales.
Fondo de comercio, ¿Dónde estás?
González Amador ha justificado por qué pagó 500.000 euros en la compra de la sociedad sin patrimonio, de valor contable cero según Hacienda, llamado Círculo de Belleza, propiedad de Gloria Carrasco Fernández, esposa del presidente y director general de Quirón Prevención -del grupo sanitario que contrata con la Comunidad de Madrid- con quien realiza negocios desde hace varios años la pareja de Díaz Ayuso.
Según dijo, también sin documentos acreditativos, porque tenía, en 2020, un fondo de comercio o un intangible que representaba su red comercial.
Problema: en las cuentas (ver cuadro) de Maxwell Cremona, el comprador, de 2021, no consta ese fondo de comercio ni observación alguna que valore ese “intangible”.
Una sociedad sin patrimonio, como Maxwell Cremona, cuyo administrador único es González Amador, ¿se puede dar el lujo de comprar un “intangible” de ese tipo?
El fondo de comercio es la capacidad de generar beneficios futuros gracias a activos intangibles que pueden generar beneficios futuros, como el valor de la marca, la cartera de clientes, su posicionamiento, el 'know-how' o el valor de patentes.
Bien. Es que Círculo de Belleza no tiene ingresos, no genera cash-flow (flujos de caja y tesorería) Es decir el activo de la compañía no tiene ingresos. ¿Se paga por algo que no tiene ingresos?. Una farmacia perdida en un pueblo de León tiene una red comercial por la que se paga y no genera ingresos, no genera cobros, derecho a cobro de ningún. Y que el activo más importante de la compañía que la comprada, Maxwell Cremona, tiene que ser explicado en las cuentas. Y no lo está en las de 2021, que es cuando se tiene que contabilizar el asiento.

Extracto de balance de capital de Babia en 2023 / Redacción
Carece de sentido común económico pagar 500.000 euros por un activo que no genera ingresos sino una fantasía que se llama fondo de comercio.
¿Cómo recuperar los 500.000 euros si no genera ingresos?. Usted puede pagar por El Corte Inglés por encima del valor de mercado que tienen los inmuebles porque hay una imagen de marca relativamente cuantificable, pero eso siempre es residual en el pago total. No puede ser que el elemento fundamental sea ese. Nunca la mayor parte de lo que estás pagando será fondo de comercio. En el caso de Círculo de Belleza no es identificable y carece de derechos sobre esa red comercial. Ese precio de coste es una ficción económica. Puede representar un 5 o 10% pago total, pero si resulta que el pago total es ese has pagado sin ninguna expectativa de generación de cash-flow.
Ya se sabe que González Amador está imputado o investigado que es lo mismo. Y, claro, no estaba obligado a decir verdad ni declarar contra sí mismo. La investigación de la pieza separada González Amador-Quirón está en pañales. Y para ir a la pieza principal y hacer un pacto de conformidad sobre los dos delitos fiscales, la pareja de Díaz Ayuso necesite que se archive esta pieza separada. Porque aceptar, como pensaba, ocho meses de cárcel por los 350.961 defraudados (ejercicio 2020/2021) le permite no ingresar en prisión, pero si después es condenado por corrupción en los negocios (penas de 6 meses a 5 años de prisión) ya no se salva de la cárcel porque tendría los antecedentes penales registrados en el pacto de conformidad.
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