Otro Alfredo Quirós, distinguido por la introducción del segundo apellido Amieva, recorre la sala rebosante de libros. El sobrino de la librería tarda un rato en recorrer el legado que le dejó su tía. El tesoro y testimonio de la estrecha colaboración con el mundo editorial y cultural. Hoy, el gerente del establecimiento, recuerda haberle preguntado al inicio de su recorrido entre las paredes de la librería de la calle Doctor Casal por qué quería más libros. Ahora, con nostalgia, mira la cantidad acumulada de libros y admite que los comprende.
La biblioteca privada de Conchita Quirós es el resultado de una estrategia que se ha seguido a lo largo de los años. Cuando un escritor famoso llegó a los Premios Príncipe (o Princesa), la Librería Cervantes lo llevó a lo que fuera. Conchita Quirós insistió, fue perseguida, invitada a cenar y al final incluso se hizo amiga de grandes escritores de todo el mundo, empresas como Amin Maalouf, Siri Hustvedt y Paul Auster o Ryszard Kapuscinski. La librería, que celebra su centenario en septiembre, dificultó estar en el lanzamiento del libro. Luego estaba el olor y las ganas de apoyar a la librería. Se dice que Quirós le susurró al oído a Julia Navarro «Tendrás mucho éxito» cuando presentó su primer libro en Cervantes. Unos días después se aprobó la segunda edición y la escritora no paró de presentar sus libros en Cervantes porque «ahí estaba su suerte». Hay varios volúmenes firmados. «¿Qué puedo decirte que no sepas?», Escribió Navarro Conchita en uno de sus libros en una de las páginas en blanco.
Y con los de más aquí, de los que también hay una infinidad de volúmenes, pasó un poco lo mismo. En estos casos, el afecto que se ve en las dedicatorias no solo es cercano, sino también a menudo asombroso. Jorge Salvador, Xuan Bello, Gustavo Bueno, Pepe Colubi … Todos tienen sus ejemplares en la biblioteca privada de Conchita Quirós. Al que se ha añadido un nuevo libro desde ayer, con motivo del centenario de la librería “Miscelnea de Cervantes”. El volumen, compendio de conocimientos contenidos en los libros de la librería, es una especie de juego con distintas referencias. «Quizás el libro ‘más fabuloso’ en la portada que Cervantes podría soñar con ver su nombre impreso». En él, entre otras cosas, se recorre la historia centenaria. Y nuevamente aparecen las categorías de los autores, esta vez del libro de firmas. Alfredo Quirós Amieva bromea: «Cuando vinieron aquí, los dejamos trabajar». Firmaron por el público, firmaron por el dueño y antes de irse dejaron su dedicatoria en el otro gran libro de Cervantes. Alma Guillermoprieto, Mary Beard, Antonio Fraguas «Forjas», Claudio Magris, Mario Vargas Llosa, Dominique Lapierre o Emilio Alarcos Llorach han dejado su huella en una librería centenaria que se considera moderna y tiene vocación de ser eterna. Por eso están celebrando «su primer centenario», como dijo Conchita Quirós en la última entrevista que concedió a este diario en octubre del año pasado. El decano de las librerías será homenajeado hoy con un acto al que asistirán autoridades -además de amigos y clientes- como Adrián Barbón. Hoy, como es habitual, innumerables autores estarán firmando libros en el recinto y a la 1 de la tarde se colgará un cuadro de Conchita.
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