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Los hoteleros extremeños protagonizaron su «desolación», «desesperación» y «sentimiento de abandono» por los cierres forzosos de la pandemia este miércoles. La Federación de Asociaciones de Bares y Restauración de Extremadura (Fexbares) ha convocado protestas en más de una docena de ciudades de la región. Ha habido concentraciones en municipios como Badajoz, Cáceres, Don Benito, Llerena, Mérida, Montijo, Navalmoral de la Mata, Plasencia, Villanueva de la Serena, Trujillo, Coria y Zafra, entre otros.
En Badajoz Un centenar de hoteleros se dieron cita en la Plaza de España para protestar por el cierre de sus negocios, algunos desde el 7 de enero.
“Hoy puede parecer un día más para muchas personas, para nosotros significa un día más, una semana más, un mes más que nos están llevando a un punto sin retorno que es la desesperación”, explicó sobre la situación del sector. el presidente de la Asociación de Emprendedores de la Hostelería de Badajoz, integrada en Fexbares, José María Pérez. Añade que con este tipo de actos lo que están pidiendo es «un poco de empatía con nuestro sector» y quieren que los políticos o representantes de Extremadura o la ciudadanía en general «ejerciten un momento su imaginación y piensen en qué ciudad es sin el ruido de las contraventanas, sin las terrazas, sin los olores de nuestras cocinas y sin pensar en la desolación.
Como argumentó, “con este ejercicio de imaginación, solo así, podrán comenzar a comprender lo que siente la hostelería en la actual situación de abandono y abandono que tenemos”, preguntándose si esperan alguna medida que Se puede paliar esta situación. Reconoció que «francamente» no esperan «a nadie».
Además, agregó, «sean cuales sean las medidas que tomen», cree que «la evaluación no será positiva» ya que, como argumentó, «no se han molestado en contactarnos, ni en saber cuál es nuestra situación, ni en saber qué es lo que tenemos». quieren «y» parece que actúan un poco de oídas y para decir que hay otras organizaciones empresariales que nos representan «, que» no se molestaron en conocernos «, explicó.
Pérez calculó que la Asociación de Emprendedores de la Hostelería de la capital de Badajoz aglutina a unos 800 emprendedores del sector, de los que «al menos» el 10 por ciento han cerrado.
Otro sector afectado por esta situación es el de proveedores, Concluyó Pérez, para quien son trabajos indirectos en el sector de la hostelería y que además «lo pasan mal o quizás peor muchas veces, porque las marcas exigen su desempeño y tienen mucho dinero en la calle y tienen inseguridades y miedos», obviamente «. «Esta es una cadena constante», dijo.
En la concentración también participaron políticos del Partido Popular o ciudadanos locales y regionales. En él se leían carteles que decían «Estamos fritos y sin futuro» o «si los bancos pueden ser rescatados, los trabajadores autónomos deberían ser rescatados».
En Cáceres los hoteleros realizaron su protesta en la Plaza Mayor. También piden la reapertura de sus actividades y piden ayuda a las administraciones para sobrevivir a la crisis económica derivada de la pandemia.
Una enorme paellera, que decía «Comemos mucho de hostelería», servía de campana para hacer sonar un duelo en lugar de recurrir a cazuelas que se han realizado en otras concentraciones. «Queríamos escenificar el silencio de un funeral porque nos están matando lentamente», dijo. Miguel Angel Martín, portavoz de la Asociación de Bares y Restaurantes de Cacereña (Fina) en las declaraciones a los medios de comunicación.
La Plaza Mayor, con sus terrazas cubiertas, fue ocupada por decenas de hoteleros que mantuvieron distancias seguras y se posicionaron a ambos lados de un espacio limitado con más de cien sillas vacías representando la ausencia de clientes y también de ayuda de la administración. «Estamos abandonados», dijo el portavoz.
Martín explicó que entiende que hay medidas que se toman a nivel nacional y que no dependen ni del Ayuntamiento de Extremadura ni del Ayuntamiento de Cáceres, pero preguntó. «Una hoja de ruta» para «saber qué esperar» en la toma de decisiones que dependen del gobierno regional y que los impuestos se fijan según las condiciones en las que se abren los negocios, es decir, pagan las tarifas en función de la capacidad y las limitaciones.
Refiriéndose a posibilidad de ir abriendo progresivamente el sector de la hosteleríaComo se hizo la semana pasada con el comercio, Martín indicó que «sería un alivio» pero, al poco tiempo, reconoció que hay empresas que tienen muchos trabajadores y no pueden empezar a abrir hasta dentro de seis horas. «No se trata solo de abrir, sino de saber cómo nos dejarán abrir», insistió.
Exigen «compensación por la inactividad y las pérdidas sufridas hasta la fecha»; un plan de futuro «claro y coherente» que le permita planificar su negocio; compensación de gastos y reducción de la carga tributaria y campañas que transfieran «confianza» a los consumidores y les permitan trabajar de manera «justa y coherente».
Como en otros municipios, en Don benito el lema era «Estamos fritos y sin futuro». Más de 100 personas acudieron a la convocatoria para asistir a la lectura del cartel y los dos minutos de silencio en la Plaza de España. También hubo un fuerte silbido de los vehículos de los dispensadores de bebidas que se unieron al evento.
«No queremos que se nos olvide, muchas familias dependen de nosotros», dijo uno de los hoteleros. «La situación ya pasó el límite, es imposible cubrir todos los gastos, porque nos han cerrado, pero los impuestos siguen pasando», agregó.
“Ves que un día pasa y otro sin respuesta es que no hacen nada”, se queja Carlos, representante de una distribuidora.
En Trujillo, empresarios del sector hotelero, así como trabajadores del sector no faltaron a la cita. También hubo gente para acabar con la causa. También fueron representantes del PP. En total, unas 200 personas, según la organización, acudieron a la concentración en la Plaza Mayor de esta mañana.
Los participantes se situaron alrededor de un gran círculo formado por sillas y mesas con el pilar de la plaza en el centro. Algunos de estos participantes tenían carteles en los que podían leer «estamos fritos y sin futuro ‘.
El momento central del acto fue la lectura de un manifiesto, el mismo que se leyó en el resto de países. «¡Alzamos nuestras voces al unísono para decir ya basta!»
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