A Yolanda García, enóloga y directora de Bodegas Valduero, le invaden demonios cuando piensa que pronto podría tener una macro finca. de 6.000 cerdos muy cerca de sus 200 hectáreas Viñedo en Gumiel del Mercado. Hasta seis bodegas se verían afectadas si la instalación se realizara en la pequeña localidad de Burgos, de 300 habitantes, pero que se encuentra entre las localidades con más viñedos de Ribera del Duero de toda la provincia: 1.483 hectáreas de viñedo.
“Es un problema gravísimo”, afirma García, que cree que la administración se está tirando piedras sobre el propio tejado. “Gumiel de Mercado es un pueblo vitivinícola, hemos creado empleo, hemos construido población, hemos creado mucha inversión y la propia administración también. , ahora a construir una macro finca que también estaría completamente rodeada de viñedos“, estima el enólogo, que ya está planeando, junto con numerosos viticultores de la denominación de origen Ribera del Duero, crear una plataforma para las personas afectadas por las macrogranjas.
contaminación
La prevalencia de este tipo de plantas en Castilla y León ha puesto en guardia a los bodegueros, que suponen que el estiércol puede estar contaminado. El suelo freático puede dañar tus plantas en el medio. y a la larga, además del mal olor que provocan, que resulta contraproducente para una parte cada vez más importante de su negocio: el enoturismo.
“Mira, hago mucho enoturismo porque en La Vid, donde tenemos la bodega, tenemos un hotel, un spa y un restaurante”, afirma José Zapatero, director de la bodega El Lagar de Islilla, también en Burgos. “Habíamos planeado construir un mirador desde el que se pudieran ver los viñedos. junto a las montañas de Malta y Madrid, que también hay un castillo; Al final tuve que abandonar el proyecto porque el mal olor que genera es enorme.
Zapatero ya sabe lo que es tener una macrofinca plantada delante de tus viñedos. De hecho, junto a Bodegas Cuevas Jiménez intentaron frenar la instalación ante los tribunales de uno muy cercano a sus viñedos en San Juan del Monte. Una explotación con 1.999 cerdos de engorde que, al no llegar a los 2.000 animales, ni siquiera requería declaración de impacto ambiental, sino sólo un permiso urbanístico de la administración municipal.
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Burgos dictaminó el pasado mes de enero que se permitía el funcionamiento de una explotación porcina por estar construida en un terreno compartido No se requieren más autorizaciones de las que se exigen “según la legislación sectorial”.
Asimismo, opinó que la instalación era una instalación ganadera y no una instalación industrial, como denunciaron los demandantes, quienes argumentaron que en un solo edificio se deberían construir dos naves industriales y un edificio de oficinas. de 3.339 metros cuadrados, además de un estanque de estiércol de 2.000 m2, lo que significaría que no se trata de una “instalación de cría intensiva de animales” como tal y requiere de muchos otros permisos. En su demanda enfatizaron que “la expansión de la industria de producción porcina en la región puede representar un grave riesgo para la actividad vitivinícola de la región”.
Permisos
Tanto la empresa de gestión agraria González SAT como el Ayuntamiento de San Juan del Monte argumentaron que no necesitaban un permiso extraordinario y que las bodegas demandantes no tenían bodega ni establecimiento dedicado a la producción de vino ni al enoturismo. en la citada comunidad “todavía cerca de ella” y que sólo utilizan “determinadas fincas rústicas dedicadas a la viticultura” en el municipio.
Tras recurrir la sentencia, el Tribunal Supremo de Castilla y León desestimó la petición de los demandantes y confirmó que la explotación era únicamente para ganadería. “al no realizarse ninguna transformación del producto”, por lo que no es industrial, Así se desprende de la sentencia publicada el 17 de mayo de 2023, a la que tuvo acceso este diario y que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
“No estamos en contra de las granjas porcinas. Está claro que todo el mundo tiene derecho a iniciar su propio negocio. Sin embargo, exigimos que esto se regule y que estas granjas se establezcan donde no haya otra actividad económica. Con esta sentencia el tribunal nos ha informado de ello “Se puede colocar en cualquier lugar y sin permiso”, estima Zapatero. Cualquiera que piense que “es de sentido común” que una nueva industria instalada en un lugar no perjudique “a las que ya existen”.
“Vimos que comenzaron la construcción de la noche a la mañana después de que el ayuntamiento vendiera el terreno. fuimos a la corte porque no nos parecía bien que se construyera una finca en una zona “Lo cual es, en cierto modo, muy importante para la región”, afirma Zapatero, que había planeado cavar un pozo subterráneo en sus granjas debido a las exigencias del cambio climático, pero ahora tiene muchas incertidumbres que resolver tras la llegada de los cerdos. . Considera que el tema del enoturismo está resuelto: “No se puede atraer a nadie a los viñedos con ese olor…”
“No nos hizo ningún daño porque lo colocaron donde está el viejo viñedo, al que le damos mucha importancia”, continúa el enólogo, que, como muchos bodegueros de la zona, Teme la tendencia que se puede observar en la región. “Si aquí hay 2.000 cerdos, es una barbaridad lo que quieren hacer en Gumiel, concretamente 6.000. Lo único que queremos es que se resuelva la situación porque causará un gran daño a Castilla y León. Antes el foco principal de las operaciones agrícolas estaba en Mérida, pero ahora hay una tendencia de venir aquí”, afirma el empresario, quien estos días se encuentra en plena cosecha.
“Regulación laxa”
“El caso es que aquí las normas para las macrogranjas son mucho más laxas.“, Yolanda García reitera los requisitos legales para estos establecimientos, señalando, entre otras cosas, que la distancia entre una granja porcina y el centro de la ciudad puede ser de entre 50 metros y un kilómetro, según se trate de viviendas aisladas o no, y de el tamaño que tenga la explotación.
En el caso de Gumiel, la Junta de Castilla y León publicó el pasado 5 de septiembre un informe en el que presentaba al público el proyecto de esta instalación. El objetivo es albergar a 6.000 cerdos reproductores de entre 20 y 120 kilogramos. Se dieron treinta días para presentar las alegaciones, que el ayuntamiento permitió a priori sugirió, aunque este periódico ha intentado confirmarlo sin éxito.
Noticias similares
“Lo que creemos los bodegueros”, valora García, “es que en este municipio hay kilómetros y kilómetros cuadrados donde no se crea ni se planta nada y donde se podrían crear estas fincas”. Según el director de Valduero, ese fue Gumiel -Proyecto de instalación “escondido en un cajón del Ayuntamiento durante un año”. sin que les dijeran nada, y de repente vieron que “estaba avanzando” provocando daños importantes hasta en seis bodegas.
Según la Junta de Castilla y León, las macrogranjas porcinas de la Ribera incrementaron su producción en 21.000 cerdos hasta los 108.227 en 2022, duplicando la población declarada de la región en ese momento. Periódico de Burgos.
Comments