Parte de la flota de Peñíscola y Benicarló también permanece fondeada y es posible que próximamente se extienda al resto de la comunidad
El precio actual del gasóleo hace insostenible que las flotas pesqueras vayan en busca de capturas y algunos armadores de la provincia de Castellón ya han decidido parar, como ya está ocurriendo en el norte de España. Los arrastreros de Vinaròs no han salido a pescar este viernes, ha confirmado Manolo Albiol, secretario de Coincopesca, la Comisión Interfederal de Cofradías de Pescadores de la Comunidad Valenciana.
Pero no es el único lugar donde se ha tomado esta drástica medida. También pararán parte de las embarcaciones de Peñíscola y Benicarló. Y este escenario podría repetirse la próxima semana en los puertos de las provincias de Valencia y Alicante si la situación no mejora, ha indicado el presidente de Coincopesca, Vicente Pérez.
«No es viable»
Los costes del combustible, que se han disparado desde el inicio de la guerra en Ucrania, hacen «imposible» hacerse a la mar. Para los arrastreros, estos costes pueden ser de hasta 1.000 euros. Entonces, si descuentas esta cantidad de los ingresos por las capturas, queda poco entre el propietario y la tripulación. Y se convierte prácticamente en nada si se descuentan las cotizaciones a la seguridad social de los pescadores, el hielo, el aceite de motor y la comida mientras se pesca.
Hay alrededor de 500 barcos y 2.000 marineros en la Comunidad Valenciana. En el caso de que las flotas de todos los puertos dejen de pescar, varios miles de familias que viven directamente de la pesca se quedarán sin ingresos. Además, el cese de actividad afectará a lonjas, mayoristas, minoristas y restauración.
Comments