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Algunos estudiantes asistieron a la escuela el año pasado. Iván Arlandis
Los centros deben redactar nuevas transcripciones, cambiar los horarios de los profesores, asignar asignaturas optativas y finalizar los libros de texto.
La llegada de la Lomloe, la Ley Celaá, crea una tensión adicional en la organización del nuevo curso, ya que se suma a las tareas habituales que deben realizarse antes de que lleguen los alumnos el día 12.
Los colegios valencianos, aunque en mejor posición de partida que el resto de regiones, siguen teniendo zonas periféricas
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