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Según Informalia, Belén Esteban hizo un mal negocio al quedarse con la casa donde vivían Toño Sanchís y su familia. Una sentencia judicial dictaminó que el exrepresentante del Grupo Paracuellos adeudaba a su cliente 388.000 euros.
Según la denuncia de Esteban, cobró un porcentaje de sus eventos y contratos superior al pactado entre ellos y dado que el único inmueble que se le pudo solicitar al exagente era el chalet familiar en Villanueva del Pardillo, el inmueble fue subastado en 2019 y el primero El comprador, un postor anónimo, regresó cuando se enteró de que la casa tenía una hipoteca de 266.000 euros.
Como resultado, el segundo denunciante secreto, que más tarde resultó ser Esteban, tuvo que quedarse con la propiedad, que estaba valorada en 375.000 euros en subasta, en lugar de los 700.000 que esperaba que hubieran sido valorados.
Una sorpresa inesperada para ella ya que se trata de una compra envenenada. Hace dos semanas, Belén Esteban devolvió finalmente la hipoteca de La Caixa que tenía sobre el chalet, un total de 266.000 euros más intereses de mora. Antes de poder registrarlo en su nombre, tenía que pagar las tarifas de registro y otras tarifas de antemano.
Cuando finalmente tomó posesión del inmueble, confesó que se había gastado 50.000 euros para repararlo y ponerlo a la venta porque tenía comprador. En 2020 aseguró que ya se había vendido, dijo triunfalmente en el plató de Mediaset.
Sin embargo, se cree que la señora y su hija de 15 años, que viven en la casa desde entonces, lo hacen en régimen de alquiler, posiblemente con opción a compra. Ninguna persona en su sano juicio comprará una casa que se le adeuda al banco por dos años de pagos atrasados de la hipoteca.
Si Toño Sanchís le debía a su cliente 388.000 euros, el ex Jesulín gastó más de esa cantidad en saldar deudas más intereses, gastos de comunidad por dos años, reparaciones y mantenimiento. Un negocio pequeño y completo.
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