Estas medidas complementan el Programa de Acción de las Naciones Unidas sobre el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras.
LA RIOJA, 9 de julio (EUROPA PRESS) –
La Guardia Civil destruyó un total de 501 armas en La Rioja en 2020, incluidas 135 pistolas, 288 armas largas y 78 de otro tiposegún lo informado por el instituto armado.
La Guardia Civil destruyó un total de 60.083 armas en España el año pasado, incluidas más de 49.100 armas de fuego.
Estas medidas se enmarcan en el marco de la normativa vigente en España y se sumarán al programa de acción de Naciones Unidas sobre el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras, que tiene su origen en la Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre el Tráfico Ilícito de Pequeñas y Pequeñas. Arms and Lightweight en julio de 2001.
DÍA INTERNACIONAL DE LA DESTRUCCIÓN DE ARMAS
En la conferencia mencionada quedó claro, entre otras cosas, «La preocupación por la fabricación, transferencia y proliferación ilícitas de armas pequeñas y ligeras y su acumulación excesiva y proliferación incontrolada en muchas regiones del mundo, las consecuencias humanitarias y socioeconómicas de de naturaleza muy diferente y representa una seria. Representan una amenaza para la paz, la reconciliación, la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible a nivel individual, local, nacional, regional e internacional.
A partir de ahí, la ONU ha estipulado que cada año el 9 de julio se celebre el Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, con el fin de promover acciones para la eliminación de armas de fuego de origen ilegal.
La competencia del Estado en materia de armas y explosivos se está comprobando actualmente a través de las intervenciones de armas y explosivos de la Guardia Civil.
Estas unidades controlan el acceso legal a las armas, para lo cual la normativa vigente establece ciertos requisitos, entre ellos la falta de antecedentes penales y la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre su uso y manejo.
Para evitar que un arma se use indebidamente si el propietario pierde su derecho de posesión y uso, las regulaciones establecen que se inutilice o se destruya.
Desde 2011, la desactivación de un arma está regulada por una normativa muy estricta de tal forma que se somete a un proceso que afecta a todos los elementos esenciales de la misma y hace imposible volver a utilizarla con plena capacidad operativa.
La Guardia Civil también destruye regularmente armas de fuego de varios calibres y cuchillos prohibidos. Algunos de ellos están involucrados en actividades ilegales, delictivas o administrativas y luego del procedimiento correspondiente se determina su destrucción; y otras que tengan el mismo objeto porque sus titulares del derecho de posesión y uso caducan y no han sido adjudicados en subastas. Esto permite desechar las armas por fusión o un proceso similar.
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