Los sorianos están de enhorabuena. Este miércoles, día de San Saturio, el patrón de la ciudad, podrán acudir a visitar la ermita a la que da nombre, situada sobre una cueva en el margen izquierdo del Duero y que en los últimos tiempos había sufrido severamente las inclemencias del tiempo, que habían provocado daños en sus pinturas barrocas.
El templo, del siglo XVII, se había visto afectado a lo largo de décadas por la humedad y la falta de una correcta ventilación. Por ello desde la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León se puso en marcha en 2019 un plan de estudio de la ermita, inspiradora de alguna de las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer y de la obra poética de Antonio Machado, para determinar su estado de conservación.
Un largo proceso de restauración que ha culminado este martes, cuando el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, el obispo de la Diócesis de Osma-Soria, Abilio Martínez Varea, y al alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez, han presentado los trabajos realizados.
Medidores de temperatura y humedad
El consejero ha detallado que durante el proceso se han llevado a cabo análisis para determinar la composición de los materiales de las pinturas murales de la ermita y recabar información de las actuaciones realizadas a lo largo del tiempo. A partir de los datos obtenidos, se han implementado una serie de medidas de conservación preventiva que incluye la monitorización del inmueble, lo que ha permitido registrar datos de temperatura, humedad, intensidad lumínica y concentración de CO2, tanto en el interior como en el exterior.
El seguimiento de la monitorización se ha estado realizando, de hecho, desde noviembre de 2021. Según Santoja, las principales causas del deterioro de las pinturas murales del inmueble han sido la acción humana, con restauraciones a veces no muy acertadas, y la ubicación de la ermita, en una zona escarpada a media ladera con una alta exposición a problemas climáticos.
La restauración ha abarcado sus paramentos pintados y el conjunto de bienes muebles que conforman la imagen de conjunto interior de esta ermita, según explica la Junta de Castilla y León en una nota de prensa. En concreto, se ha solucionado el problema de la linterna con la realización de una nueva cubierta y reintegrado sus pinturas con un elemento identificativo de esta actual intervención; se ha limpiado la superficie pictórica para recuperar su colorido original y se ha dado una solución novedosa al problema de filtraciones en la cúpula por su contacto con la roca del cortado, creando una cámara que separa los morteros pictóricos de esa fuente de humedad.
Nuevo sistema de iluminación
Por otra parte, se ha intervenido también de forma integral en la sacristía y en todos los retablos, incluido el retablo mayor con la figura de San Saturio; se ha actuado en las vidrieras de los ventanales de los paramentos y linterna para generar la adecuada ventilación que permita minimizar los problemas de humedad en el interior del templo y, por último, se ha renovado el sistema de iluminación adecuándolo a las necesidades de los bienes y optimizando su consumo energético.
La intervención ejecutada por la Consejería ha tenido un coste total de casi un millón de euros. Tanto el Ayuntamiento de Soria como el Cabildo han colaborado en esta intervención integral, con el repaso de cubiertas, reparación de la cubierta de la linterna, adecuación de los accesos e iluminación exterior.
Acción coordinada
El consejero ha recordado que la acción coordinada de todos “debe servir para reconocer e impulsar las enormes posibilidades que estos recursos culturales ofrecen como herramientas para el bienestar de las personas, y muy especialmente en su creciente capacidad de generación de empleo y de desarrollo”.
Las obras de restauración que ha realizado la Junta para recuperar las pinturas y permitir su mejor conservación se iniciaron hace un año y han acabado a tiempo para la reapertura de la iglesia al público este miércoles en el Día de San Saturio, patrón de la ciudad de Soria, como estaba previsto.
El templo, uno de los monumentos más visitados de la provincia, con más de 60 mil visitantes al año, data de 1694, cuando la ciudad de Soria acordó reedificar una iglesia de nueva planta con el concierto de todos los vecinos, colgada sobre un roquedal junto al Duero. Se construyó un edificio barroco de planta octogonal enmarcada en un óvalo, cubierta con una cúpula de ocho plementos y linterna. En los frescos de sus paredes está representada la historia de San Saturio. En dos de sus paños, se puede contemplar la silueta del castillo de Soria, tal como estaba antes de su destrucción.
En el retablo mayor, de estilo barroco, se encontraba el relicario de San Saturio, con su busto, del siglo XVII. En la bóveda, los frescos representan a santos ermitaños, entre ellos San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Benito y el propio Jesucristo en el desierto. Esta obra fue realizada por Juan Zapata Ferrer entre los años de 1704 y 1708, el pintor soriano del barroco más destacado.
Comments