Es autor principal de un artículo sobre desinformación científica y sanitaria publicado en la revista científica PLOS ONE
PAMPLONA, 14 de abril (PRENSA EUROPA) –
“La divulgación de los procesos científicos y sus resultados es la mejor arma para combatir la difusión de informes falsos”, dijo Bienvenido León, autor principal del artículo “Science and health misinformation about Covid-19” publicado en la revista científica estadounidense PLOS ONE. está en el primer trimestre según SJR (Scimago Journal Report).
Otros investigadores de la Universidad de Navarra también contribuyeron al artículo, como María Pilar Martínez-Costa, Ramón Salaverría e Ignacio López-Goñi. Forma parte de la producción científica del proyecto de investigación «RRSSalud» financiado en colaboración con el Barcelona Supercomputing Center – Centro de Computación Nacinal y por la Fundación BBVA.
El estudio analiza el contenido de 533 bulos difundidos durante los tres primeros meses de la pandemia (del 11 de marzo al 10 de junio de 2020) e identificados ese día por las tres plataformas de verificación españolas acreditadas internacionalmente (Maldita, Newtral y EFE Verifica). ), y se centra en su relación con el conocimiento científico con un doble objetivo: por un lado, identificar las características formales y sustantivas de esta información falsa y las plataformas utilizadas para su difusión; y en segundo lugar, formular una tipología que sirva para clasificar los distintos tipos de bulos según su vinculación con la información científica, ha explicado la Universidad de Navarra en una nota.
Los resultados muestran que el contenido científico y sanitario jugó «un papel destacado» a la hora de fomentar la propagación de este tipo de bulos durante la pandemia. Los informes falsos más comunes sobre ciencia y salud se relacionan con información sobre investigación científica (34 %) y política y gestión de la salud (34 %) e información sobre consejos de salud a la población (27 %). También se señaló que en su mayoría eran textuales, basados en el engaño, utilizaban fuentes genuinas, tenían un enfoque internacional y se difundían a través de las redes sociales.
A partir de este análisis, los investigadores proponen un sistema de clasificación de los bulos relacionados con la ciencia y la salud, identificando cuatro tipos según su conexión con el conocimiento científico: ciencia apresurada, ciencia descontextualizada, ciencia mal entendida y falsedad sin fundamento.
Ante esta propagación «salvaje y generalizada» de desinformación, los investigadores proponen «desarrollar herramientas para la alfabetización mediática y la cultura científica de los ciudadanos y sistemas sistematizados de detección de noticias falsas».
Comments