La Fiscalía exige entre cinco y quince años de prisión para los ocho imputados, uno de los cuales permanece en prisión preventiva
LOGROÑO, 30 de septiembre (EUROPE PRESS) –
los Tribunal regional El lunes 18 de octubre tendrá lugar la audiencia de los ocho imputados que estuvieron involucrados en los disturbios que estallaron cerca de El Espolón el 31 de octubre, que se saldaron con destrucción, saqueos y agresiones a policías.
Tras cuatro meses de investigación de los hechos violentos, el titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo No 1 de Logroño dictó auto de apertura audiencia oral contra ocho imputados asistentes a los hechos.
Están acusados de delitos de desorden público, agresión a funcionarios en competencia con nueve delitos de lesiones corporales, daños y robo violento.
El Ministerio Público exige entre cinco y quince años de prisión para los ocho imputados, uno de los cuales se encuentra en prisión preventiva. En total suman 77 años y 6 meses de prisión. Para cuatro de los imputados, la Fiscalía también reclama multas por un total de 22.680 euros.
En cuanto a la indemnización, el Ministerio de Estado solicita conjunta y solidariamente a los ocho imputados el pago de un total de 62.993,59 euros.
Según el fiscal, estas indemnizaciones deben ser pagadas en beneficio del Ayuntamiento de Logroño, la Administración del Estado y la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica del Gobierno de La Rioja por los daños ocasionados por una exposición en la vía pública. También se indemniza a nueve agentes de la Seguridad del Estado que resultaron heridos en los enfrentamientos.
Además, la fiscalía pide a los acusados que compensen al propietario de una instalación saqueada y a la compañía de seguros. Costes por daños causados en el comercio antes mencionado.
De acuerdo con los hechos que surgen del proceso y las conclusiones del Ministerio Público, el 31 de octubre, alrededor de las 20:00 horas en El Espolón, se convocó una concentración a través de las redes sociales y sin notificación a la delegación del gobierno para oponerse al cierre de . para protestar contra la hostelería en la capital riojana y por otras medidas adoptadas por el gobierno regional para prevenir la propagación del virus COVID-19.
Después de diez minutos, una veintena de personas entre los reunidos comenzaron a lanzar bengalas y fuegos artificiales a los policías que se habían colocado cerca de la delegación del gobierno en El Espolón para evitar posibles incidentes.
Después de los ataques Los agentes organizaron rápidamente una asignación operativaante lo cual un grupo de concentrados empezó a arrojar alcantarillas, adoquines, estacas de madera, letreros y latas de refresco a los agentes.
Para continuar el violento enfrentamiento, los feligreses trasladaron contenedores y papeleras a modo de parapeto, que complementaron con soportes de madera de una exposición de la Consejería de Sostenibilidad y Cambio Ecológico del gobierno de La Rioja en El Espolón.
Los agentes utilizaron equipo antidisturbios para llevar a los violentos de regreso a la calle Miguel Villanueva. Aquí los manifestantes volvieron a arrojar objetos a los agentes, quienes presentaron nuevos cargos hasta que evacuaron El Espolón. Los manifestantes se concentraron luego en la confluencia de las calles Vara de Rey y Gran Vía, donde se repitieron los enfrentamientos con los uniformados de la alta policía.
Los manifestantes quemaron ocho contenedores y destrozaron otros cuatro. causó daños en el mobiliario urbano, así como en varios vehículos policiales. Nueve agentes resultaron heridos con diversos grados de gravedad. Antes de que fueran reducidos, algunos manifestantes atacaron y saquearon una tienda en la calle Vara de Rey, causando daños por casi 17.000 €.
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