Según la cédula de identidad de Felisa, tiene 108 años. Pero su familia exige un acta de nacimiento de 1913. Sería la persona más anciana de la comunidad. LAS PROVINCES habla con otras dos «supermujeres» de 108 y 107 años
Felisa López apenas nota nada. Se queda en su cama, en un piso céntrico de la ciudad de Valencia, con una vista maravillosa que lamentablemente ya no puede disfrutar. Está muy bien cuidada por su familia, su hija Lourdes le toma la mano con ternura mientras Felisa apenas pronuncia unas pocas palabras y espera la visita de la familia.
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