En el acto de este viernes se ha hecho entrega de los premios de tesis y tesis doctorales
PAMPLONA, 6 de mayo. (PRENSA EUROPA) –
Monseñor José Luis Azcona Hermoso, Orden Agustina de Navarra y obispo emérito de Marajó (Brasil), recibió este viernes el Premio Internacional Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos Humanos 2021 de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) por su lucha contra la explotación y la tráfico de mujeres y menores en este país.
El acto estuvo presidido por la Presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, en su calidad de Presidenta de Honor de la citada Fundación, y por el Rector de la Universidad, Ramón Gonzalo. Entre los presentes se encontraban la Presidenta de Navarra, María Chivite, el Presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, el Delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, el Alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y el Vicepresidente de la Fundación Brunet, Joaquín Mencos.
En el acto institucional, celebrado en el aula Fernando Remacha de la UPNA, también fueron entregados los Premios Universitarios Jaime Brunet de Derechos Humanos y Cooperación al Desarrollo por parte de alumnos de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
Mayra Ayesa Larumbe, Ainara Sánchez Liceaga y Maite Espinal Caminos fueron premiadas en esta categoría. El Premio de Tesis Brunet 2021 también fue otorgado a Isabel Bravo Barahona por su trabajo sobre refugiados. La parte musical del acto, a la que asistieron alrededor de 150 invitados, estuvo a cargo del Cuarteto Zura y el coro de jóvenes del Orfeón Pamplonés.
Durante su intervención, Azcona destacó la importancia de la libertad y la justicia, porque “sin libertad no hay derechos humanos” y “no puede haber paz si no hay justicia”. “Con la verdad, con la libertad, con la justicia viene la paz”, afirmó, tras reflexionar que “quienes se dedican a la lucha y lucha por los derechos humanos deben amar a la humanidad a través de los partidos políticos y las ideologías”.
“Estoy muy contento de poder explicar las razones que llevaron a un obispo mayor como yo a esta lucha por los derechos humanos, y la llamo lucha porque es una lucha real. Ante todo vine a devolver lo que me dieron mis padres, lo que me enseñaron, que el principio y el fin de una sociedad humana, de una familia, es siempre decir la verdad. Este principio me ha acompañado siempre, porque todos quienes luchan por los derechos humanos han sentido profundamente problemas en la piel de la lealtad a este ideal”, señaló.
Por su parte, Unai Hualde ha subrayado la necesidad de seguir siendo «incansables» en el cumplimiento y promoción de los derechos humanos, ya que «no corren buenos tiempos», en referencia a la situación en zonas como Ucrania, el Sáhara, Palestina o Brasil. «Una forma de tener eso en cuenta es haciendo actos como este», encomendó, tras subrayar la importancia de «reconocer a las personas y colectivos que trabajan en la defensa de los derechos humanos». Hualde también ha querido felicitar al ganador por «una vida que ha dedicado a defender los derechos humanos en Brasil».
En la misma dirección apuntó el rector de la UPNA, Ramón Gonzalo, quien valoró muy positivamente la figura del vencedor, al que califica de «referente» en la lucha por los derechos humanos, sobre la trata de personas. Gonzalo ha destacado el «gran trabajo» de Azcona, también «contra la destrucción del medio ambiente, la sobreexplotación de los recursos naturales y la sobrepesca en la región». Al hacerlo, agregó que su «valentía» y «logros» en su lucha lo hacen merecedor del galardón.
Para finalizar, la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, agradeció a Azcona su «fuerza y coraje» para otorgar «dignidad y protección» a la que posiblemente sea «una de las formas más despreciables de abusos contra los derechos humanos, la explotación sexual», que está en el centro mismo de valor humano», porque lo «reifica».
En este sentido, ha explicado que “el primer paso para afrontar la injusticia es reconocerla e indignarse por ella, y de esa indignación surge el poder de cambiar las cosas”. “Ante la injusticia no hay lugar para la pasividad, no se puede mirar para otro lado. Combatir la pobreza, el sufrimiento y las privaciones es un deber moral de todos, de las autoridades públicas y también de la sociedad civil. Todos podemos aportar nuestro granito de arena”, subrayó, tras considerar que el ganador “encarna” esos principios y que los derechos humanos son “anclas ineludibles del mundo que queremos”.
ENTREGA DE LOS DIPLOMAS
En primer lugar se hizo entrega de diplomas a los ganadores de los premios universitarios y posteriormente el premio a la mejor tesis doctoral.
La destacada de esta última, Isabel Bravo Barahona, fue la encargada de pronunciar una palabra en nombre de todos los premiados. Durante su discurso, Bravo calificó esta ceremonia como “un sutil empaque cuidadosamente diseñado para proteger el legado de un hombre consciente de que nuestras vidas pueden ser relevantes más allá de los años que conforman nuestra biografía”.
Tras destacar la «defensa de los derechos humanos» que ha «marcado» la vida de la ganadora, «y cuya conquista definitiva y global está lejos de ser considerada», Bravo afirmó que recoger un premio en este contexto fue para ella «un valor inmenso». «significa honrar».
A continuación, Javier Blázquez Ruiz, secretario de la Fundación Jaime Brunet, leyó el veredicto que otorgaba a Monseñor José Luis Azcona Hermoso el Premio Internacional Jaime Brunet. El premio está dotado con 36.000 euros, que el ganador destina a diversas iniciativas humanitarias, un diploma y una escultura conmemorativa de Carlos Ciriza.
LUCHA CONTRA EL COMERCIO Y LA PROSTITUCIÓN INFANTIL
José Luis Azcona (Pamplona, 1940) desarrolló su carrera en Brasil, salvo un breve período en Alemania (1966-1970) donde ejerció como pastor de inmigrantes españoles.
Desde 1985 hasta la actualidad, Monseñor José Luis Azcona ha trabajado en Brasil, donde se ha «convertido en un referente» en la lucha por los derechos humanos y donde «esto le ha valido amenazas de muerte por parte de las mafias locales».
Según el ganador de la candidatura presentada por ARCORES (Red Internacional de Solidaridad Agustino Recoleta) en su momento, “la trata de personas está muy relacionada con otras tres actividades ilícitas: el tráfico de armas, el tráfico de drogas y la explotación sexual de menores”.
Como quedó claro en la candidatura de 2009 antes mencionada, después de años de “repetidas denuncias de la conspiración del poder político y económico con estas violaciones de derechos humanos”, la comisión investigadora del Parlamento del Estado de Pará promovió la violencia y el abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes en dicho estado y en particular en Marajó.
En él informaba de «la implicación de políticos y empresarios en el reclutamiento de menores» que en ocasiones «hablaban a plena luz del día en las escuelas y en la calle».
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