NA+ confirma que en el gobierno «parecen mucho más decididos a evadir sus responsabilidades que a buscar soluciones»
PAMPLONA, 2 nov (PRENSA EUROPA) –
El consejero de Sanidad del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, ha confirmado este miércoles que el Servicio Navarro de Salud no ha adquirido ningún exceso de mascarillas del proceso de compra en el que participó la empresa pública Sodena junto con el CEN y Albyn, debido al «especial circunstancias» previstas en el acuerdo suscrito entre estas tres partes. “La SNS no tenía obligación contractual de adquirir este material”, aseveró la consultora citando las conclusiones de tres dictámenes legales.
En una comparecencia ante las Cortes Forales a petición propia y solicitada por Navarra Suma, Induráin ha explicado que el 7 de mayo de 2020 se firmó el convenio Sodena-CEN-Albyn para facilitar el acceso a EPIS a pymes, micropymes y autónomos Facilitar desde Navarra para el desarrollo de su actividad ante las dificultades encontradas para su adquisición individual en este contexto de pandemia, “un acuerdo nacido a petición de Sodena”.
El consejero ha afirmado que Sanidad «no es una de las partes firmantes del convenio, por lo que por cuestiones prácticas su participación es muy limitada». “Osasunbidea, que por supuesto tenía sus propias rutas de recogida de material, incluye una adenda en la que se detallan sucintamente sus obligaciones para adquirir los excedentes del convenio”, explicó.
En concreto, contenía el texto adicional de que “en el caso de que, por circunstancias excepcionales o no habituales, tras la recepción de cada pedido existieran EPI de uso médico que no hubieran sido enviados a las empresas y asociaciones tras la compra, el SNS-O adquirirá este EPI a petición de las partes contratantes, siempre que se cumplan determinadas condiciones.
Los términos dicen: «El compromiso se extiende únicamente al PPE para uso médico y no a otros tipos de PPE que puedan haberse comprado en virtud del acuerdo».
Además, el precio de compra del PPE médico por parte del SNS-O sería el precio de venta de Albyn Medical; el SNS-O se ha comprometido y aceptado a recibir el EPI de uso médico y al pago de la correspondiente factura emitida por Albyn Medical; el SNS-O no se comprometió a aceptar excedentes por renuncia voluntaria de empresas o asociaciones; y no se ha comprometido a comprar más del 10% del material de cada pedido.
En definitiva, Induráin ha indicado que Sanidad no adquirió mascarillas «porque para que el SNS adquiriera hipotéticamente algo de este material tenían que darse una serie de circunstancias concretas que no se produjeron».
En particular, el consultor citó cuatro puntos que no ocurrieron. En primer lugar “la concurrencia de circunstancias excepcionales o excepcionales que justifiquen la no cesión de los EPI que, una vez adquiridos, no hayan sido cedidos en beneficio de empresas y asociaciones”. Segundo, “que sean EPIS con fines sanitarios”; En tercer lugar, “que no se trate de renuncias voluntarias a empresas o asociaciones”, y finalmente “tomar nota de cada solicitud para percibir un máximo del 10%”.
Santos Induráin ha afirmado que “esa es la implicación de Sanidad en este asunto, ya que, además, los tres dictámenes sobre esta materia, elaborados por los despachos de abogados Arpa, Garrigues y Écija, que coinciden en sus conclusiones, indican que “el SNS no tenía ninguna obligación de adquisición de este excedente».
La consultora ha indicado que «los tres informes son consistentes en sus conclusiones: examinadas las circunstancias y su encaje con la adenda, la SNS no tenía obligación contractual de obtener este material».
Induráin agregó que la conclusión de uno de estos informes decía textualmente que “por las circunstancias que se dieron, luego de un tiempo considerable sin que ninguna de las partes del contrato solicitara formalmente al SNS-O la adquisición de partes del material, nos lleva a la interpretación que la intención de las partes era que en un escenario como el presente, SNS no estuviera obligado a adquirir las acciones».
La consultora señaló que otra de las conclusiones de estos dictámenes se refiere a las condiciones expresadas en la adenda, según las cuales el SNS “sólo puede contraer una obligación ante circunstancias excepcionales o excepcionales” y “el hecho de que los empresarios finalmente, por cualquiera que sea el motivo, decidió que la no ejecución de las compras no cumple estos requisitos, sino que es una contingencia derivada de la propia ejecución del contrato, cosa que por tanto está prevista en el contrato y no implicaría ninguna causa ajena a la voluntad de las fiestas». “Por tanto, concluye este informe, no nos encontraríamos en modo alguno con circunstancias excepcionales respecto al desarrollo normal pactado en el contrato, por lo que el SNS no tendría obligación alguna de hacerse cargo de este excedente”, aseguró.
La portavoz de Navarra Suma, Cristina Ibarrola, dijo que los miembros del Gobierno «parecen mucho más preocupados por cagar en sus responsabilidades que por encontrar soluciones». “Hicieron un convenio para comprar material sanitario, conocían los proveedores, el material, los precios, y en esos términos Salud acordó firmar el convenio y quedarse con todos los excedentes para uso sanitario y Sodena tiene al respecto en un comunicado de prensa. y así está en todos los borradores del convenio, pero finalmente Salud informa que ya no firmó los términos pactados, sin dejar rastro por escrito del motivo. Esta decisión provoca todos los fracasos posteriores. Llama la atención que las mascarillas las paga el público. El dinero que estaba amontonado en un depósito no se utilizó, mientras que Salud compró otras con el dinero de todos y a un precio más alto que las que quedaron”, aseguró.
La portavoz del PSN, Ainhoa Unzu, afirmó: “La responsabilidad del Ministerio de Sanidad es absolutamente inexistente. Hay que valorar un contrato firmado entre las partes y no una responsabilidad que nunca se produjo porque no se firmó, estamos hablando de un contrato entre tres partes -Sodena, CEN y Albyn- y no entre cuatro partes». «Salud limitada» Refiriéndose a la firma de una adenda con un compromiso de adquisición con locales que nunca se han dado, los tres dictámenes concluyen la inexistencia de responsabilidad de Salud en este caso», dijo Unzu, para solicitar que «se retire la cartera de Salud de esta «ecuación».
Por el contrario, el portavoz de Geroa Bai, Mikel Asiáin, ha defendido que “no se debe sacar a Salud de la ecuación porque el acuerdo entre Sodena, CEN y Albyn es exactamente igual a un acuerdo anterior alcanzado entre Salud, Sodena y lo firmaron otras empresas. para la compra de material. “El arreglo es prácticamente el mismo”, explicó y señaló que “no se puede responsabilizar a uno y al otro no”. Además, ha cuestionado por qué Sanidad «no adquirió ni el 10% de las mascarillas, teniendo en cuenta que en Sanidad siempre hay necesidad de material». “No había obligación contractual, pero nos preguntamos si tal vez hubo una moral y ética”, dijo.
El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha señalado: «Hay mucha duda o una zona oscura en relación a la implicación de Sanidad -en el acuerdo- y se trata de hasta qué punto fue un acercamiento inicial en materia de responsabilidad de Sanidad, adquiriendo la el exceso de inventario pasa a ser una responsabilidad disminuida en unos días, y sin ningún rastro documental» de por qué se está produciendo este cambio. Araiz ha señalado que «no se entiende que estas mascarillas estén aparcadas, que el transporte público siga. Las mascarillas son obligatorias y no podemos darlas». una salida».
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