Incendio forestal Venta del Moro | Las llamas se acercan al pueblo de Casas de Moya al reactivarse el incendio de Venta del Moro

El viento es el enemigo del segundo gran incendio forestal del verano en la comunidad, aunque todo indica que será el primero de esta magnitud. Según el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que se acercó el lunes por la noche al Puesto de Mando Avanzado, el fuego ha arrasado hasta el momento unas 800 hectáreas y todo apunta a que la causa fue un rayo como las secuelas del temporal seco del domingo.

Veinticuatro horas después de que se desatara el incendio en pleno Parque Natural de las Hoces del Cabriel, en la comarca de Venta del Moro, el viento de poniente reavivó las llamas del fuego, que ya se daba por controlado.

La situación se complicó tanto que el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat activó la Situación 2 del Plan Especial contra el Riesgo de Incendios Forestales (PEIF) ante la posibilidad de que el fuego pudiera afectar gravemente a la población y los bienes naturales, no al bosque.

Y es que las llamas se acercaban a la localidad de Casas de Moya, una pedanía de Venta del Moro con un centenar de habitantes. Las autoridades no han evacuado esta población ni otras localidades cercanas, aunque han retirado enseres de algunas casas de campo. Sin embargo, LAS PROVINCIAS ha tenido conocimiento de que algunos vecinos optaron por abandonar el barrio por temor a que el fuego se extendiera a sus viviendas. Las columnas de humo se podían ver desde localidades vecinas como Requena y Utiel.

Se movilizaron numerosos medios de comunicación de la Generalitat Valenciana, de los Ministerios del Interior y de Medio Ambiente y del vecino municipio de Castilla-La Mancha de las provincias de Albacete y Cuenca. Un total de más de 300 fuerzas terrestres y 20 fuerzas aéreas.

También se solicitó ayuda a la Unidad Militar de Emergencias (UME), que movilizó inmediatamente a medios del Tercer Batallón de Intervención en Emergencias con base en Bétera.

“Nunca hemos tenido una marca de estas características. Sí, enseguida se sofocaron algunos intentos, pero éste era majestuoso y en pleno parque natural». Estas fueron las palabras de la concejala de Medio Ambiente de Venta del Moro, Begoña Ruiz, que se mostró visiblemente afectada por el incendio forestal que se desató este domingo en el corazón del mayor espacio protegido de la Comunidad Valenciana.

La comunidad, de la comarca de Utiel-Requena y de unos 1.250 habitantes, seguía con preocupación y temor el desarrollo del incendio por la magnitud que alcanzó y el gran impacto ambiental.

El incendio estalló alrededor de las 3:30 p. m. del domingo en una propiedad privada que había emitido la advertencia y los residentes comenzaron a apagar las llamas cuando llegaron las primeras tropas.

La Granja Tochar fue desalojada y, por precaución, la granja de cerdos de la Granja El Chipirito, habitada por cuatro familias alojadas en un refugio de animales de la localidad. Los cuidadores de los animales, acompañados de agentes de la Guardia Civil, han podido pasar este lunes a cuidarlos. “Solo los trabajadores esenciales podían irse. Fui a trabajar por la mañana pero no me dejaron. No había peligro ya que la finca estaba lejos del foco del incendio, pero por seguridad se desalojó la finca junto con Tochar, aunque las familias de esta finca se han quedado en otro municipio de la provincia de Albacete, al otro lado del río. explica Enrique López, uno de los muchos trabajadores de las fincas del parque natural que se ven afectados.

No fueron los únicos. Las empresas locales que organizan actividades en el parque natural, como AvenSport, también se vieron afectadas. El coordinador, Sergio Barrera, explica que ya cancelaron la actividad prevista para el domingo, en la que participaron unas 25 personas, así como la de este lunes con 100 personas de Madrid y Valencia.

“Es la primera vez que cancelamos actividades por un incendio. Ojalá lo controlen pronto, sino tendremos que cancelar el resto de la semana y estaremos en temporada alta”, explica Sergio.

Galería.

Y es que el impacto económico que supone para la comunidad no poder contar con su principal fuente económica es importante y ha puesto de manifiesto un dato: solo este lunes han perdido unos 4.000 euros, sin incluir las comidas y el alojamiento contratado. considerar.

Pero la preocupación se extiende más allá del verano entre los negocios de la comunidad. Violeta Humzau es la gerente del restaurante Casa Violeta y ya está pensando en la temporada de caza. “Entre septiembre y febrero servimos mucho almuerzo y cena aquí. Trabajamos especialmente con la gente que viene al parque a cazar, y si el fuego afecta a muchos animales, menos gente vendrá a cazar la próxima temporada”, dice.

“Tengo 42 años y nunca habíamos visto un incendio así porque el parque está muy vigilado y controlado”, explica Laura Gómez, directora de la escuela comunitaria, quien también expresó su preocupación por las consecuencias de este accidente para la can tener estacionamiento «Al menos parece que la causa fue un rayo y no provocada».

La situación meteorológica de la noche espera ser un mejor aliado para que las tropas rodeen el fuego ya que el panorama para este martes será más negativo. Se espera nuevamente cambio de viento a poniente y tormentas eléctricas por la tarde.