El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha presentado hoy en Bruselas una declaración conjunta de las Comunidades Autónomas y las ciudades españolas sobre la protección de las indicaciones geográficas industriales y artesanales al presidente del Comité Europeo de las Regiones, Apostolos Tzitzikostas , Miércoles.
García-Page entregó el documento tripartito a Tzitzikostas en el edificio Charlemagne de la Comisión Europea y aprovechó su presencia en la Semana de las Regiones y Ciudades y su participación en el pleno del Comité de las Regiones.
El presidente de Castilla-La Mancha defendió la necesidad de una figura protectora europea de las indicaciones geográficas industriales y artesanales para evitar el «caos» que puede surgir en el libre comercio sin una «seguridad mínima».
“Hay que distinguir lo auténtico de lo falso”, dijo el presidente castellano-manchego durante el debate sobre el dictamen sobre esta protección, en el que intervino para mostrar su apoyo a las recomendaciones de la posición del Comité Europeo de las Regiones que se elaborado y presentado por la ponente francesa Martine Pinville, y sobre la necesidad de que la normativa europea incluya aspectos como el registro del producto en dos etapas, primero a nivel nacional y luego a nivel europeo.
García-Page, que agradeció a las Comunidades Autónomas y Ciudades de España el apoyo unánime a la Declaración Conjunta patrocinada por Castilla-La Mancha, se refirió a la «experiencia de protección alimentaria» que ya existe con productos «que hoy nadie quiere». discutir «como queso o vino.
Señaló que era «una herramienta eficaz» y necesaria en el contexto actual de globalización y libre comercio, argumentando que «hay que combinar lo auténtico con el método y las tradiciones con las que se hace».
También enumeró los sectores afectados de la comarca que necesitan esta protección, como la cuchillería de Albacete y Santa Cruz de Mudela; la cerámica de Talavera y Puente del Arzobispo; la espada y el Toledo de Damasco; la cima de Almagro; el mimbre de Cuenca en Priego; o la oficina de Lagartera.
“En Castilla-La Mancha hay que proteger el método y la tradición artesanal e industrial que hay detrás porque hay miles de puestos de trabajo y familias en España y en toda la Unión Europea”, ha dicho.
La iniciativa impulsada por el Gobierno de Castilla-la Mancha pide que la protección a nivel comunitario atribuida a determinados alimentos a través de Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) se extienda a los productos industriales y artesanales con el fin de evitar que se comercialicen y falsifiquen los originales.
Es una posición común de todas las Comunidades Autónomas pedir a Bruselas más seguridad jurídica para productores y consumidores, reconocimiento del valor añadido del producto y mayores beneficios para el turismo, el comercio y la promoción de la zona.
Esta declaración se sumará a la posición común que las regiones de la Unión Europea adoptarán este miércoles en el pleno del Comité de las Regiones, que tiene como objetivo expresar su apoyo a la extensión de la protección de las indicaciones geográficas a la industria y la artesanía. productos en toda la Unión Europea Unión.
En el documento, las Comunidades Autónomas instan al Gobierno español a “establecer un canal permanente de diálogo entre la administración estatal y las administraciones autonómicas a través de un grupo de trabajo bilateral con el fin de apoyar los esfuerzos de negociación a lo largo del ciclo de vida del dossier legislativo y reforzar el futuro Normativa europea sobre indicaciones geográficas industriales y futuras artesanías (IGIA), cuyo borrador se espera que se publique a principios de 2022.
Asimismo, la delegación española ante el Comité Europeo de las Regiones pide que «la experiencia y el conocimiento de las regiones y municipios en este campo y de los sectores que puedan verse afectados por esta nueva figura de protección en lo que respecta a la protección de la innovación, la internacionalización» , y Promoción de nuestra marca como sello de calidad ”.
También pidió que «esta posición se integre en la posición española en el curso de las negociaciones a nivel del Consejo de Ministros de la Unión Europea».
En su declaración conjunta, la delegación española considera que los productos no agroalimentarios españoles, especialmente artesanales e industriales, representan la calidad, tradiciones y cultura del país y una fuente de riqueza para las regiones y municipios, además de una forma para preservar y fortalecer las raíces de la zona.
Destaca que los productos que pueden acogerse a la protección de las indicaciones geográficas son fabricados principalmente por pequeñas y medianas empresas y microempresas, que corren el riesgo de deslocalización, falta de competencias y competencia desleal.
Por ello, reafirma que el reconocimiento y tutela legal de los productos industriales y artesanales bajo la forma del IGIA en el marco europeo representaría una garantía para estos sectores contra la falsificación y la competencia desleal, para que puedan competir en igualdad de condiciones. afianzamiento en los mercados globales fuera del Espacio Económico Europeo.
La delegación española afirma que proteger estos productos significaría también preservar el saber hacer y la artesanía tradicional, generar empleo, incrementar los beneficios económicos y promover el turismo y la vida social y cultural de las zonas rurales Impulsar su dinamización y anclaje territorial.
Añade también, entre otras cosas, que la normativa común europea ofrecería seguridad jurídica a los consumidores, que pueden reconocer y valorar los productos mediante el sello de calidad, que informa de forma inequívoca sobre el valor y autenticidad del producto, así como su origen. . .
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