Galicia

«He estado en bicicleta toda mi vida»

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– Fueron unos años brillantes en Madrid.

-Claro. Esos fueron los años de la transición. Yo ya era medio punk, lo que ahora se conoce como antisistema. Ese era el ambiente que me gustaba. Recuerdo el secuestro de Oriol y Urquijo y cómo corrió el rumor de que se iba a dar un golpe de Estado. Una noche hubo un tiroteo en la calle y un amigo y yo vaciamos la nevera, guardamos todo [Seat] 600 que tenía y nos fuimos a Lisboa. Creo que nos quedamos 15 días. Nos lo pasamos muy bien. ¡Y no teníamos un centavo!

¿Recuerdas la primera obra que vendiste?

– Exactamente el primero, no. Muy pronto empecé a hacer esculturas, maquetas… Y lo que hacía era trueque. Recuerdo cambiar un bote de pesca de madera a un amigo por una colección de pequeños autos de plástico. Y cuando estudiaba en Santiago también hacía trabajitos para sacarme unos cuantos perros. Bustos, retratos de muertos para colgar en cementerios… cosas que hacía para sobrevivir. Incluso hice un corazón de Jesús para un altar.

«¿Significó mucho el amor durante esos años?»

– No. Crecí con cuatro hermanas, una abuela y una madre. No estaba muy interesado en las mujeres en ese momento. Además, yo no era un chico atractivo. Las mujeres no me miraban a menudo. Y también era un tipo raro.

«¿Y todavía está?»

-No. Diría que soy un tipo normal. Los años nos vienen bien. Tengo un amigo pintor que decía en aquellos años de juventud: «Muerte antes que ser vulgar», ja, ja.

— Viajas a un lugar donde hay una obra tuya que hace tiempo que no ves, ¿y cómo te sientes?

-Depende, si me gustó mucho el trabajo cuando lo hiciste, tengo algo de emoción en el reencuentro. Pero si es una de esas obras con las que no estaba muy contenta, entonces es una puta. Pienso: «¡La obra está ahí, eso ya se me había olvidado!», ja, ja, lo digo con humor que quiero a todos mis hijos por igual.

Leí en alguna parte que te gusta cocinar.

«¿Y dónde leíste eso?» [Tras revisar una entrevista en La Voz de María Cedrón que narra las tribulaciones del escultor para elaborar unos pinchos de cordero con higos, se explica] La cocina surge de la vida solitaria del artista, que vive en su estudio, donde tiene su habitación y cocina. Y terminas cocinando para sobrevivir porque no tienes a tu madre oa tu tía que te cocine. Así que cocino. Y cuando estoy aquí en Cambados, me hago la comida, suelo hacer un plan para una semana. Pienso en los platos que voy a cocinar todos los días y solo compro una vez. Recetas Fáciles.

Le gusta el vino.

«¡Hombre, soy de Cambados!»

«¿Y la idea de producirlo nunca te atrajo?» es una pasión

“La familia de mi abuela tenía viñedos. Y tengo una hermana que hace vino Espadeiro. Lo hacemos aquí, en este taller.

– Así que un poco está involucrado en el proceso.

Sí, suelo beberlo.

– Vi que tenías unas bicicletas en la tienda.

– Lo de la bicicleta es como lo de la cocina. No tengo licencia de conducir. He estado en bicicleta toda mi vida desde que era un niño. Ni siquiera recuerdo cuándo empecé. No es por el deporte, es porque es mi medio de transporte.

«¿Y no pensaste en obtener tu licencia de conducir?»

—Quería hacerlo cuando tenía 14 años, pero no me dejaron. Y luego con 18 años me fui a Madrid y no tuve tiempo.

—¿Has hecho alguna vez el Camino de Santiago?

– Sí, de Cambados. Lo hice con este amigo que no quería ser vulgar. Pero eso no podía ser. Salimos de Cambados y a los dos kilómetros se detuvo el fontanero del pueblo y nos preguntó: «¿Adónde vais?». «A Santiago», respondimos. Y nos dijo: «Pues subid, que os dejo en Vilagarcía». Y desde Vilagarcía volvimos a empezar, pero a la altura de Carril alguien que nos conocía se paró y se fue a Padrón y lo mismo: «Vamos, paramos a tomar un vino». Paramos en Catoira y ya estábamos a medio humor.

-Ja, ja, entonces es imposible.

-Imposible. Lo que pasa es que en Padrón volvimos a echar a correr, pero nos volvió a parar otro que nos conocía. Al caer la noche ya estábamos en Santiago. Entramos por la puerta sagrada, cantamos el himno de Santiago y fuimos a tomar unas copas.

—Tú que vives en Madrid, ¿y el tema de Ayuso?

—Es una estrella mediática en este momento, pero veremos cómo evoluciona eso. Creo que vestía mucho mejor. Esos vestidos estampados que llevaba al principio eran un horror.

-¿Celta o Depor?

– No me metas en líos, soy de la Juventud de Cambados.

«¿Cómo dirías en pocas palabras que eres?»

— Despistado, tímido y obsesivo. La obsesión me impulsa a trabajar.

¿Qué crees que es lo más importante en la vida?

– Respondo como los viejos: salud para poder hacer otras cosas.





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