Estos son los baches gigantes a evitar

Cicatriz Cela

El Conductores que circulan a diario por la A-6 en Galicia Conocen los puntos negros y los problemas que enfrentan cuando tienen que usar carriles con pavimento roto, áreas parcheadas y nuevas capas de la banda de rodadura que afectan la visibilidad en días de lluvia.

Pero si desde hace años hay un grave problema de tráfico en una vía de alta capacidad con velocidades de 120 por hora, es en los setenta kilómetros que separan el municipio lucense de O Corgo del municipio berciano de Villafranca del Bierzo. Tanto el Gobierno de Rajoy como el actual Gobierno han tenido que intervenir con pavimentación de emergencia en determinados momentos para hacer frente a un problema crónico de destrucción del firme de menos de 20 años, especialmente en las zonas montañosas de Lugo y León, y, especialmente en los carriles derechos, los carriles de aceleración y frenado, principalmente por el paso de vehículos pesados.

El Los golpes solo duran unos meses.. Las tormentas de cada invierno y el tráfico de vehículos vuelven a elevar los puntos reparados, pero también aparecen nuevos daños en la empresa.

acuerdo 2017

Un acuerdo unánime en el Congreso hace apenas seis años llamó al gobierno a tomar medidas urgentes. Tras numerosas promesas y anuncios, el Ministerio de Transportes adjudicó el contrato hace cinco meses 8,1 millones de euros para obras de reforma entre los km 480 y 407 dirección Madrid (en dirección a A Corua se anunciarán) pero no se sabe más que la reciente respuesta que dio a los diputados del PP de Lugo de que las obras comenzarán cuando el tiempo lo permita.

Lo peor: entre Baralla y Becerre

El tramo más dañado de la A-6 se encuentra entre la Kilómetros 464 a 451. En los últimos días, el deplorable estado del carril derecho en la subida a O Cereixal (Becerre) ha hecho que nadie se atreva a utilizarlo ya, ya que los otros dos carriles liberados están ocupados por vehículos. El del medio también se ha visto afectado por baches y caminos rotos durante meses cuando ya no se usa el derecho. Lo mismo ocurre en el mismo tramo, pero en bajada hacia A Corua, donde se producen una serie de baches desde la carretera de acceso al área de descanso, que amenazan la seguridad de los conductores si no se evitan a tiempo. La vibración del conductor crea riesgos al sorprender a otros adelantadores.

Otras zonas muy dañadas de la A-6 son la subida hacia A Corua al alto del Sobrado en Baralla; la subida y bajada a Becerre, cerca del viaducto de Saa (con orificios separados en ambas márgenes); o los kilómetros previos al Túnel de Neira, que es plano pero la cantidad de manantiales y descargas de agua ha destruido la superficie.

Las dudas de la reforma

Muchos conductores se quejaron hace años del pavimento utilizado para reformar el pavimento de la A-6 en la provincia de A Corua por la sensación de menor adherencia y peor visibilidad bajo la lluvia que el original.

Ante estas dudas, el Diputados Joaquín García Dez y Jaime de Olano (PP) preguntó en dos ocasiones al Gobierno qué tipo de aglomerado y pavimento utilizar en la reforma de la A-6 en Lugo, que tendrá una duración de nueve meses. Querían saber qué tipo de pavimento con mezclas de drenaje se utilizaría para favorecer el rápido escurrimiento del agua de lluvia, muy común en la zona. diputado Temen que se utilice una mezcla más barata y no proporciona visibilidad cuando está detrás de otro vehículo en días lluviosos o cuando hay menos estabilidad al frenar.

La respuesta del Gobierno no lo deja claro: las obras de rehabilitación vial de la A-6 prevén las medidas de ingeniería necesarias, siendo el tipo de firme el indicado para las condiciones meteorológicas del tramo y la visibilidad invernal asociada.

En qué consiste el proyecto de reforma

La rehabilitación de la A-6, que ha durado nueve meses, se realiza mediante fresado y reposición de las capas existentes, así como el recrecido final de la capa superior. En los tramos en los que no se requiere renovación estructural, solo se aplica una nueva capa superior. Esta última solución será la que se utilizará en los viaductos después de que se haya fresado la compañía existente, explica el gobierno.

En las zonas localizadas de mayor deterioro identificadas como parte de un proyecto de reforma, las actuaciones consisten en la demolición del pavimento actual, excavación, reposición con árido y provisión de un nuevo pavimento. También se repintará la señalización vial afectada por las obras de rehabilitación y se ajustarán los sistemas de contención. También están previstas obras complementarias, como la sustitución de bobinas y estaciones de medida y la reparación de juntas de dilatación dañadas en las estructuras. Todas estas medidas afectarán al tráfico rodado más allá de los actuales cortes del Viaducto de O Castro.