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Por otro lado, los incendios afectan el balance hídrico, no solo al remover la cubierta vegetal que reduce el impacto de las lluvias, sino también al reducir la infiltración y aumentar la escorrentía superficial. La situación es especialmente grave por el riesgo de precipitaciones en forma de tormenta, recuerdan.
Por tanto, las medidas inmediatas incluyen medidas como la trituración de los árboles quemados, la colocación de acolchados de virutas en el suelo, la construcción de diques o la creación de estanques para la fauna, que sirven como foco contra incendios. Las medidas se limitan a medidas absolutamente urgenteses decir, aquellos para los que técnicamente no es posible posponer su inicio a meses posteriores porque perderían su eficacia e incluso gran parte de su necesidad de control de daños.
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