LOGROÑO, 18 de julio (EUROPE PRESS) –
El Colegio Oficial de Fisioterapeutas de La Rioja dedica su «video consulta» del mes de julio a una dolencia cada vez más común de la población a causa del estrés y la ansiedad: el bruxismo.
El bruxismo es un trastorno que consiste en apretar y rechinar los dientes de forma involuntaria y regular, tanto de día como de noche, que puede provocar daños en los dientes, desgaste del esmalte de los dientes, dolor muscular en el área de la mandíbula e incluso dolores de cabeza regulares.
La fisioterapia trata el dolor en la mandíbula, las articulaciones y todos los músculos asociados con el fin de restaurar el movimiento y proporcionar un alivio efectivo del dolor, como se explica en las recomendaciones en video de la campaña «12 meses, 12 consejos de salud» realizada por el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de La Rioja. con las asociaciones profesionales de fisioterapeutas de Cataluña, País Vasco, Navarra, Galicia, Comunidad Valenciana, Cantabria, Madrid y Aragón.
El bruxismo se desencadena básicamente por factores psicosociales, ya que vivimos en una sociedad con un alto nivel de estrés y ansiedad. Además del desgaste de los dientes, también puede dejar marcas en los labios por apretar los dientes y en la zona de las mejillas, dolor de ATM, en la parte superior de la mandíbula, cerca de la oreja, o hipertrofia del masetero. en la zona de la mejilla.
La actividad del fisioterapeuta interviene en todas estas áreas de la cabeza del paciente. Además, toda la zona de la mandíbula inferior está conectada a la columna cervical, por lo que los fisioterapeutas tratan esta zona tras aclarar los síntomas.
Los fisioterapeutas riojanos recomiendan una serie de pautas básicas para ayudar a paliar este trastorno involuntario generado en el cerebro como un estímulo automatizado como caminar o respirar:
Observe dónde pone la lengua cuando está en reposo. Debe descansar en la parte superior del paladar, detrás de los dientes.
Evita que los incisivos superiores e inferiores se toquen entre sí.
Comprueba qué tan bien abres la boca. Por lo general, caben unos tres dedos entre los incisivos superiores e inferiores.
Un ejercicio sencillo para relajar esta región es mantener los dedos sobre el músculo masetero mientras abre suavemente la boca. Posteriormente quitamos la presión para cerrar la boca y repetir el proceso sin causar dolor.
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