Extremadura

Entre Huelva y Badajoz | Hoy dia

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En la provincia de Huelva, en una zona ondulada y boscosa donde reinan los prados y la vegetación mediterránea, hay dos países con alicientes para cualquier extremeño: al ser onubense, su pasado está ligado a Extremadura; en el topónimo incluyen un ‘de León’ que resume su historia y, más curiosamente, uno de ellos se opuso a la inclusión en la provincia de Huelva y luchó durante años por volver a ser extremeño y trasladarse a la provincia que él consideraba Sentimiento y tradición: Badajoz.

Hoy visitamos Cañaveral de León y Arroyomolinos de León, pueblos situados a los pies de Sierra Morena y próximos a los pueblos ‘leoneses’ del sur de Badajoz: Fuentes, Segura, Calera… Como es sabido, tras la batalla de Tentudía o Calera contra los musulmanes, la zona fue repoblada por los leoneses y se creó la Encomienda Mayor de León, fronteriza y defensiva. Ambos municipios, Cañaveral y Arroyomolinos, pertenecieron al arcipreste de Calera de León con otras 11 ciudades extremeñas. Arroyomolinos de León primero dependió del partido de Llerena, luego pasó al Fuero de Segura de León y finalmente se colocó en la única provincia de Extremadura, dependiente de la prefectura de Mérida.

Arroyomolinos de León fue una ciudad extremeña durante 600 años, pero en 1833, cuando se establecieron las divisiones provinciales, quedó, junto con Cañaveral, enmarcada en la provincia de Huelva y los arroyencos dijeron que podían llegar tan lejos, que eran extremeños por cultura, historia, costumbres y tradición. Su ayuntamiento se hizo eco del descontento popular y en 1835 envió una carta quejándose de que el cese de la militancia en Badajoz suponía graves perjuicios para la ciudad. Pero los ignoraron, argumentando que cambiar de provincia en ese momento era muy complicado desde el punto de vista administrativo.

Luego está Arroyomolinos, entre Huelva y Badajoz, habitada por 950 arroyencos (había 2.600 en 1920), que viven en una gran ciudad blanca situada junto a la carretera que va de Fregenal y Segura a Santa Olalla y la A-66; pertenecientes a la diócesis de Sevilla durante 150 años porque antes estuvieron en la diócesis de Llerena del Priorato de San Marcos de León; viven de olivares, alcornoques y ganado.

Arroyomolinos es un pueblo que dispone de paseo marítimo. No creas que es fácil acceder a la almendra urbana porque es un laberinto de callejuelas y al viajero le puede preocupar si se va a cruzar con otro coche, por lo que no es mala idea aparcar en mitad de la calzada y luego adéntrate en el laberíntico arroyo para conocer su imponente iglesia de Santiago el Mayor, que según los guías recuerda a los conventos coloniales de México. No haremos una descripción artística copiada de libros y guías, pero sí destacaremos lo que sorprende: el mudéjar de su portada, la estructura general del siglo XVII, la pila bautismal de mármol con capitel visigótico que sirve de pila bautismal. El encanto fundamental de Arroyomolinos es caminar por sus calles y barrios, dejándose llevar por el color de su vida local…

Antes de abandonar la provincia vecina, visitaremos Cañaveral de León, un pequeño pueblo de 450 habitantes que también perteneció a Badajoz hasta 1833. Cañaveral es la ciudad de las divisiones: fue villa de Fuentes de León, de la que se separó en 1588 y en seguida ella misma sufrió la escisión de su vecino Hinojales. Son curiosas historias fronterizas de estas ciudades mestizas, entre Huelva y Badajoz.


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