PAMPLONA, 15 (PRENSA EUROPA)
El Juez de Violencia sobre la Mujer de Tudela, titular del Juzgado de Primera Instancia y Auto número 2, ha ordenado esta tarde prisión provisional, notificada y sin fianza, para el marido detenido en Arguedas tras apuñalar cuatro veces a su mujer. El magistrado imputó al investigador por el delito de homicidio en grado de tentativa.
Durante la audiencia judicial, el Ministerio Público solicitó la detención de los imputados. Por su parte, la defensa ha solicitado la libertad provisional o, en su caso, otra medida menos onerosa.
En la resolución recurrible, el magistrado considera que la prisión provisional, además de asegurar la presencia del imputado en el juicio por el riesgo de fuga, también dada la gravedad de la pena que podría imponerse, "es absolutamente necesaria para impedir el imputado de hacerlo para actuar contra la vida o la integridad física de la víctima”.
Para el juez, la medida cautelar está totalmente justificada, dados los hechos del caso y la gravedad del ataque. De hecho, hoy la víctima se encuentra hospitalizada.
Además, se destaca que, según los agentes de la Guardia Civil, existe un riesgo "alto" en este caso, en el que "hay que proteger a la víctima". En este sentido, los guardias destacaron la actitud desafiante de la interrogada cuando declaró frente a ellos que la mataría.
El ataque se produjo sobre las 16.00 horas de este martes en la cocina de la vivienda familiar en Arguedas. Se dice que el esposo apuñaló a su esposa cuatro veces con un cuchillo de 14 centímetros en presencia de sus dos hijas, de 11 y 13 años.
Según la orden judicial, la primera herida de arma blanca fue en el costado derecho de la víctima, muy cerca del hígado, por lo que tuvo que ser trasladada al hospital de inmediato. Los otros tres golpearon a la altura de la ingle y la pierna derecha, probablemente debido a la intervención de las hijas de la pareja, que intentaban alejar al atacante.
La víctima logró escapar y tocó el timbre de su vecino, quien pidió ayuda. Le dijo que su esposo la mataría y expresó una genuina preocupación por sus hijas.
En la declaración de la víctima, tomada por agentes de la Guardia Civil en el centro hospitalario donde sigue internada, afirmaba que su marido padecía esquizofrenia y hacía tiempo que no tomaba ningún medicamento.
Por su parte, el examinado manifestó en instalaciones de la Guardia Civil y en presencia de los agentes que no tomaba ninguna medicación y que estuvo a punto de matar a su mujer.
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