SOMOS EL FUTURO
Retrasos, ineficacia, saturación, insalubridad, desánimo y desigualdad pesan en la atención a los pacientes valencianos
Un amplio y prestigioso grupo de profesionales sanitarios valencianos, tanto en gestión como en atención al paciente, perfilaron este jueves en La Rotativa de LAS PROVINCIAS el futuro que le espera a la sanidad valenciana, basándose en la experiencia que ofrece cada día en los mejores hospitales o servicios médicos especializados . Las principales conclusiones incluyen que la colaboración público-privada no solo es necesaria para satisfacer la demanda cada vez mayor de servicios sanitarios, sino que la atención al paciente, para ser sostenible, requiere pasar del modelo actual a otro que posibilite que los profesionales dispongan de las herramientas necesarias. .
Abordar los retrasos en las listas de espera a través de una mayor cooperación entre sectores es una de las recomendaciones de los líderes de la salud, ya que no solo reduciría el colapso de la salud pública, sino que también mejoraría la eficiencia en el tratamiento de los pacientes y aliviaría la saturación de algunos especialistas con exceso de trabajo que causó desánimo y estrés en trabajar.
La coexistencia de ambos sistemas es necesaria ya que permiten una mejor atención al paciente. La clave está en mejorar estas relaciones servicio a servicio para combatir uno de los mayores temores de la población: las largas listas de espera. “Muchos pacientes que acuden a la sanidad privada ya no acuden a la sanidad pública, por lo que colaboramos indirectamente para reducir estas listas”, afirma Pedro Tomás Bellver, director general del Hospital IMED Valencia.
La población tiende a pensar que los recursos son ilimitados y no entienden por qué tienen que esperar tanto para que intervengan. La lista de espera existe porque faltan profesionales o no están los equipos completos, tal y como comenta Enrique Salmerón, jefe de servicio de cirugía plástica y quemados del hospital Doctor Peset de Valencia.
Por lo tanto, la atención de la salud debe ser capaz de satisfacer estas necesidades graves y crecientes de la población y crear mecanismos que satisfagan a los pacientes. Pero también debe haber conciencia de lo que cuestan los tratamientos realizados, no solo para los pacientes sino también para los profesionales. Tras la pandemia, las debilidades del sistema se hicieron aún más evidentes, tal y como apunta Pilar Argente, jefa del servicio de anestesiología y reanimación del Hospital La Fe de Valencia.
especialistas El director del área clínica de anestesia y reanimación del Hospital La Fe, el especialista en cirugía plástica del Dr. Peset, director científico del IVO y jefe de la unidad de glaucoma de La Fe. /
Y la irrupción del Covid fue un momento que mostró la voluntad del sector privado de ayudar a la ciudadanía para un mejor funcionamiento común. La colaboración entre ambos es fundamental, pero se deben proporcionar las herramientas necesarias para que se lleve a cabo. En los últimos meses se ha observado la tendencia de que los ciudadanos se centren en la salud y prioricen su gasto, por lo que no dudan en destinar gran parte de su presupuesto a servicios privados, especialmente para los pacientes más jóvenes, como demuestra el aumento de la contratación de seguros médicos. .
“La atención médica gratuita para todos es imposible. Por eso existe, ha existido y existirá la cooperación público-privada. No existe un sistema público capaz de satisfacer todas las necesidades de las personas, ni uno privado. El día que seamos capaces de dejar de lado el aspecto político y hacerlo desde un punto de vista puramente técnico para ofrecer las mejores soluciones, habremos mejorado mucho el abordaje del problema”, afirma José Luis Rey, Gerente del Hospital Vithas Valencia 9 de octubre Y la lectura es correcta. El futuro de la salud debe comprender que la relación entre los sectores público y privado debe ser aún más estrecha, ya que esto conducirá a una mejor atención a los ciudadanos.
Una de las principales razones por las que los pacientes eligen los sistemas privados es la posibilidad de elegir al profesional que los atiende, más allá de la rapidez y la reducción de las listas de espera. La capacidad de tener acceso inmediato al profesional que necesita es muy valorada y uno de los desafíos que los servicios públicos deben aprender a abordar. “La diferencia son las herramientas de gestión. En público hay que confiar en quien está y tiene el primero en el saco. El sector privado tiene la oportunidad de armar mejores equipos de trabajo que se ajusten a las necesidades”, comentó Rey. Salmerón agregó que hay que oponerse a las intervenciones profesionales ya que hay casos de especialistas que tienen que realizar procedimientos para los que no están totalmente preparados. «En salud pública, tenemos una gran limitación de que no podemos elegir a una persona calificada para ocupar un puesto porque se hace público y entra la primera persona en la lista, pero de todos modos no están capacitados en ese campo», dijo. reclamado.
Por lo tanto, atraer profesionales médicos al sector privado es uno de los puntos importantes para el futuro, pero sin debilitar al sector público. No sólo se les debe ofrecer un buen salario, sino también capacidad investigadora y un enfoque multidisciplinar para que puedan decidir en qué unidad quieren desarrollar su actividad profesional. Cabe destacar que los jóvenes profesionales tienen prioridades diferentes a las de otras generaciones anteriores, lo que complica el relevo generacional de los sanitarios próximos a la jubilación.
Sector privado. Representantes de Vithas 9 de Octubre, Grupo Ribera y Hospital IMED en la reunión. /
Para atraer a los profesionales adecuados hay que motivarlos y ofrecerles un proyecto claro, un problema común tanto en empresas públicas como privadas. No debe quedar atrapado en una espiral de competencia sobre quién paga más por los profesionales porque no es bueno para nadie, solo aumentaría el costo. La complejidad y diferencias en los procedimientos utilizados por cada comunidad autónoma es otro tema que preocupa a los profesionales. Durante mucho tiempo se ha denunciado la falta de un modelo unificado para gobernar y establecer políticas.
Los expertos coinciden en que la solución está en manos de los políticos, pero ellos no toman la iniciativa de reformar el sistema sanitario. Todos los oradores plantearon la falta de recursos para un apoyo de calidad. Se busca la fórmula que permita crear una estructura que ayude al profesional a trabajar a su mejor nivel.
La demanda de los expertos es que se necesita dar un paso adelante a nivel nacional para reformar las profesiones del cuidado de la salud. La razón es sencilla, hoy no son los mismos que hace diez años. Un ejemplo fue el presentado por Pilar Argente, quien destacó que debido a la caída de la natalidad y al aumento de la esperanza de vida, «ahora se necesitan más oncólogos y geriatras que pediatras».
La falta de proximidad sigue siendo el escollo de la concertación telemática de citas
Uno de los temas centrales del coloquio organizado por LAS PROVINCIAS fue la comparecencia, la convivencia y la relación entre las consultas médicas presenciales y las telemáticas. Especialmente después de la pandemia, algunos procedimientos se están realizando por teléfono, al igual que algunos pacientes están utilizando sus dispositivos móviles para programar sus citas médicas.
Los expertos destacan que se trata de un paso hacia el futuro, ya que toda implementación de tecnología siempre aporta cosas positivas al desarrollo de la actividad sanitaria. Pero hay una lectura que es común desde diferentes ángulos, y es que dado a elegir, el paciente suele preferir ser visto en persona que a través de una pantalla por las limitaciones de alcance de la teleconsulta.
Durante una cita presencial en la clínica, el paciente tiende a sentirse más tranquilo ya que se transmite más la sensación de cercanía que al otro lado del intercomunicador. “Ya no es solo el paciente, el médico también quiere tocar y cuidar al paciente para poder hacer el mejor diagnóstico posible”, añade José David Zafrilla, director de operaciones de Grupo Ribera.
Y es que también ha sido un proceso de ajuste difícil para los profesionales, ya que muchos de ellos no se han mostrado dispuestos a atender y diagnosticar a los pacientes, con el escollo de no tenerlos frente a ellos, lo que dificulta mucho más su trabajo. Se mantendrán sin duda las valoraciones telemáticas y las exploraciones básicas a distancia, ya que sirven como filtros para quitar ese miedo a los pacientes que quieren saber rápidamente qué les ocurre, ayudando a agilizar las agendas de consultas médicas. que ahora pueden ver más pacientes por día en promedio. También permite a los profesionales atender con mayor atención y cuidado a quienes optan por el clásico formato presencial. En definitiva, un progreso que necesita perfeccionarse pero que va por buen camino.
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