PAMPLONA, 15 de enero (EUROPA PRESS) –
Un grupo de 17 estudiantes del doble grado de biología y ciencias ambientales de la Universidad de Navarra han construido dos hábitats para insectos. Estos «hoteles» están diseñados para proporcionar un refugio para los insectos polinizadores y otros animales con actividad ambiental beneficiosa, como los depredadores de plagas.
“Estos hoteles sirven para contrarrestar el descenso alarmante de las poblaciones de insectos polinizadores por la falta de hábitat, el uso de pesticidas en los campos y la contaminación del aire, pero sobre todo tienen la función de sensibilizar a la ciudadanía sobre este problema. Son una forma de hacer visible la biodiversidad a personas que no han tenido la oportunidad de conocer su importancia”, explica en nota de prensa Enrique Baquero, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra.
Esta iniciativa surgió dentro de las prácticas de la asignatura “Métodos de Diversidad Animal y Vegetal”. Los alumnos, formados previamente por los responsables del proyecto Aterpeak, han construido dos hoteles a partir de un «kit» realizado por personal de la Fundación Ilundain. El material con el que está construida esta caja es la madera y existen diferentes tipos de «recintos» para albergar insectos y otros artrópodos de distintas especies.
Los alumnos que participaron en la colocación de estos paneles son Nicolás Alberdi Morillo, Adriana Alcalde Bolaños, Rubén Aranguren Fernández De Barrena, Marcos Cibriáin Sagüés, Adriana María Coronel Hamilton, Leire García Ezpeleta, Luis Górriz Huarte, Elisa Elora Leclercq, Ismael Marie Martín Hattrick, Lucas Martín Hattrick, Shirley May, Victoria Patricia Rabat Villarreal, Ana Isabel Sánchez Alcázar, Paula María Santos Cassanello, Anne Valle Zazpe, Goizane Viedma Lana e Ingrid Carmen Wozniak López.
“Los insectos juegan un papel fundamental en el mantenimiento del medio que nos rodea y buscan esos lugares de la naturaleza para refugiarse o construir sus nidos. Habitados por abejas, moscas, chinches o arañas, contribuyen a la protección de la biodiversidad en”, destaca Baquero .
Los dos hoteles se ubicaron en el campus de la Universidad de Navarra, uno junto al antiguo Puente de Iturrama (cruce del río Sadar en el Camino de Santiago) y el otro en una zona más arbolada del campus universitario.
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