El sector exigió estabilidad y el Ministerio de Igualdad y Políticas Inclusivas lanzó un nuevo modelo denominado «Concierto Social», que incluye un pago garantizado por dos años dependiendo del programa que desarrolle cada institución. Sin embargo, el paso de un modelo a otro (ya con Botànic II) resultó en fallos que pusieron el sector en la carretera en 2019.
Ahora, dos años después, el Síndic de Greuges está analizando la gestión de los centros de menores, habiendo vuelto a encontrar carencias y problemas en los contratos. Además, la última resolución del Síndic de Cataluña confirma que de los 20 centros de menores examinados, la mitad están funcionando actualmente sin contrato administrativo en vigor.
«Se está revisando que muchos de los contratos de gestión integral (centros públicos a cargo de instituciones privadas) en el sector infantil y juvenil no están siendo atendidos de manera oportuna por el Ministerio de Igualdad y Políticas Inclusivas», dijo el informe tras explicar las consecuencias fueron asume que «si no se tramita el plazo, los contratos terminarán e incluso se agotará las prórrogas permitidas en los mismos, de modo que las unidades administrativas ya no tengan cobertura contractual». Por lo tanto, «las empresas continúan prestando servicios incluso sin un contrato que brinde cobertura».
La fórmula por la cual el Ministerio sigue pagando el servicio prestado sin cobertura contractual no es nueva. Se le conoce como compensación por enriquecimiento injusto y es un proceso extraordinario. «Sin embargo, este trámite administrativamente complejo genera retrasos en los pagos a las empresas, que, según dicen, pueden demorar hasta cinco meses».
Los retrasos en los pagos hacen que las empresas tengan que asumir los gastos administrativos de los centros, tanto en cuanto a gastos de personal (nómina, seguridad social …) como en cuanto a la atención a los menores (alimentación, vestuario, sanidad, cultura) y Ocio actividades….) Y el mantenimiento del centro.
El informe también recoge las diferencias que existen entre las propias empresas, ya que hay empresas más poderosas «que utilizan sus propios fondos para compensar incumplimientos» mientras que otras «tienen que recurrir a préstamos bancarios para cubrir los costes financieros que implican».
El informe Síndic de Greuges explica también que el retraso en la formalización de los contratos ha repercutido en los sueldos de los profesionales que trabajan en los centros de menores, ya que “algunas empresas incumplen los acuerdos y compromisos firmados el 10 de diciembre de 2018 entre la Vicepresidencia -Presidencia y Ministerio de Igualdad, patronal y sindicatos, ya que no se han actualizado los precios de los contratos.
De esta forma, al no actualizar los contratos y alargar esta situación, «se construye un sector de doble tarifa» que reciben los empleados de una misma empresa, en función del centro al que se asigne el encargo.
Continuidad difícil
El informe también destaca que muchas de las instituciones que gestionan los centros para menores se enfrentarán a dificultades a partir de junio de este año. “El convenio colectivo del sector permanece congelado en las nóminas hasta junio de 2021, que será obligatorio. Si en este punto no se produce la formalización del nuevo contrato de gestión y se actualizan los precios, habrá empresas cuya continuidad será muy difícil ”, dice el Síndic de Greuges en la resolución.
De esta forma, el Síndic de Greuges, Ángel Luna recomienda que el Consell «haga efectivo el pago de las cantidades adeudadas» y ponga en marcha los mecanismos necesarios para «evitar retrasos en estos pagos» y para que las empresas «queden al descubierto» contractualmente Por ello, instó al ministerio a evitar «normalizar la práctica de la indemnización por enriquecimiento injusto».
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