El PSOE descarta abstenerse por lo que Mañueco gobierna y Puente desautoriza

O el PSOE o Vox, complementado con el «Apéndice“El PP. Los socialistas ya están metiendo el enfrentamiento electoral en este dilema tras el fiasco que supusieron las urnas este domingo en Castilla y León. Y en este discurso no se puede ayudar al PP, gobierna el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco Ferraz abstención, al menos por el momento, de hacer presidente interino de la junta por muy solidario que sea el de Óscar Puente, alcalde de Valladolid, secretario provincial del partido y ex portavoz del partido Pedro Sánchez entiende que si el PP la «escenarioal romper su ejecutiva con los ciudadanos y convocar elecciones anticipadas, ahora debe ser ‘responsable’ de salir del lío y no esperar a que el PSOE saque las castañas del fuego.

El PP ganó las elecciones en Castilla y León, aunque no cumplió las expectativas: obtuvo 31 escaños, dos más de los que ya tenía 10 de la mayoría absoluta, y perdió casi 55.000 votos. La gobernanza depende de Vox, pero Génova intentará evitar una coalición que pueda mermar las perspectivas electorales de Pablo Casado en juicios posteriores y en las elecciones generales. Mañueco ha insistido en varias entrevistas este lunes en que quiere gobernar solo (con apoyo exterior) y empezará a hacerlo diálogo con todas las partes. No descartó del todo una alianza con la extrema derecha, pero tampoco llamó formalmente a la abstención del PSOE, lo que facilitaría su segunda investidura.

Ferraz había descartado desde la tarde del domingo cualquier posibilidad de ayudar al candidato del PP. Pero este lunes se abrió el debate, tanto por las palabras del actual presidente autonómico como por las de Óscar Puente. El alcalde de Valladolid, primero en unas declaraciones a los medios y luego en La Sexta, «se ha pronunciado a favor de permitir un gobierno del PP a condición de que Vox no participe». «Creo que podemos ofrecer una alternativa y si al final el PP decide gobernar con Vox, no debe ser por eso». No se ofrecieron otras opcionessino porque realmente lo quiere y porque está cómodo con la extrema derecha, no porque no tuviera otras opciones”, afirmó. Puente reconoció que fue una “reflexión fuerte, personal, no viniendo del órgano de gobierno, que no reunidos.”No puedo hablar por la fiesta.«, él advirtió.

Sánchez se reunió con su mánager ese lunes por la mañana, y tras ella apareció el portavoz de la dirección, Felipe Sicilia. El diputado jiennense evitó ser más insistente tras las primeras preguntas, pero luego recalcó: “No tenemos ningún problema, habría más necesidad de hablar con el PP, pero también somos muy conscientes de eso no permitiremos al gobierno que tiene agenda en juzgados por casos de corrupción a partir de marzo. No apoyaremos a un gobierno viciado por la corrupción». Dio otra razón: este escenario»el PSOE no lo impulsópero el PP llevó a los ciudadanos de Castilla y León a ‘elecciones interesadas’ en las que lucharon ‘por gobernar solos, aun a riesgo de injerencias de la extrema derecha’.

El PSOE dice que no tiene problema en hablar con el PP pero descarta un Gobierno viciado por la corrupción #Directo https://t.co/xmty6esiWS pic.twitter.com/lJDqv6AULs

— Europapress (@europapress) 14 de febrero de 2022

La pregunta «ya ha sido respondida por el PP»

«Querían correr ese riesgo, ese ser responsable de lo que decidió e hizo. No velaron por los intereses de Castilla y León, velaron por los de Casado, y hoy no han conseguido «ni gobernar en solitario ni reforzar el liderazgo de la líder del PP contra Isabel Díaz Ayuso», ha concluido Sicilia en rueda de prensa. en Ferraz: Para los socialistas, la pregunta «ya ha sido respondida por el PP» y es que «no tienen ningún problema en hablar y entenderse con Vox» y la extrema derecha, según el portavoz además de la noticia y desde ayer» está exigiendo el ingreso» en el Ejecutivo de Mañueco.

Sicilia siempre habló del PSOE como si tuviera un «seria contradicción y responsable en Castilla y León», responsable de «proteger los derechos» de sus ciudadanos porque está seguro de que el PP «estará dispuesto a sacrificarlos y ponerlos a los pies de los caballos». Por ello, defendió que los socialistas están «más necesario que nunca» para «proteger» los derechos y libertades de los españoles, que Vox «pisoteará» y que el PP no tendrá reparos en «rendirse».Solo hay dos opciones de gobierno‘, dijo Ferraz: o un ejecutivo del PSOE u otro del PP y Vox. O «adelante» o «atrás». El portavoz siempre insistió en que el dilema era o el PSOE o Vox, con el «PP». Júnior y apéndice».

Las fuentes socialistas buscaron descargar la responsabilidad sobre las masas populares. Si se iban a presentar, venían a decir: «Si el PP hace algo, qué explica por qué quieres nuestra abstención. Dinos ¿Harán de Vox una compresa higiénica? Pues que lo digan ellos”. Esto no quiere decir que el PSOE vaya a relajar su posición: lo que pretende Ferraz es desenmascarar al PP porque da por sentado que ni Casado ni Mañueco pueden ni quieren declarar solemnemente que no tienen la extrema derecha

El PSOE, tras defender a Óscar Puente, para facilitar un gobierno del PP para que Vox no intervenga: «La cuestión de apoyar al PP ya la ha respondido el propio PP, que ha dicho que no tienen ningún problema con Vox para llevarse bien https://t.co/xmty6esiWS pic.twitter.com/8LsaIX6bmW

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Incluso antes del 13-F, los socialistas defendían que si PP y Vox conseguían la mayoría absoluta en Castilla y León, esta alianza podría ser un medio para movilizar a su electorado. Con los resultados en la mano, lo repitieron. Siguen creyendo que con Santiago Abascal en el poder el panorama cambiará radicalmente porque la amenaza será más tangible. Juan Espadas, secretario general del PSOE andaluz, asistió a la reunión del ejecutivo federal y dijo a los periodistas que el 13-F demuestra que el PP de José María Aznar “ya no es un partido, ahora es una coalición de gobierno con la extrema derecha en la vicepresidencia“La principal federación del PSOE, la próxima en acudir a las urnas, también tiene muchas ganas de encender esta idea. Por eso Sicilia también subrayó que Vox ya está imponiendo condiciones al PP a cambio de sus votos por Mañueco: acabar con la ley autonómica de violencia machista y el decreto de memoria democrática.

poca autocrítica

Por cierto, el PSOE tiene poca autocrítica sobre sus propias conclusiones sobre el 13-F. Perdió más de 117.000 votos y 4,79 puntos respecto a 2019 y cayó 35 a 28 plazas, siete menos, los mismos que pesan ahora las plataformas locales (Unión del Pueblo Leonés, Soria ¡Ya! y Por Ávila). Sicilia admitió que el partido no podía estar «satisfecho» con el dato, pero enseguida subrayó que no lo consideró «debacle«Luego el PSOE cosechó la 30,05% de votos, un porcentaje «muy similar» al que hubo en el municipio durante las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 (de hecho allí llegó al 31,27 % en ese momento), por lo que entiende que Sánchez no ha sufrido ningún desgaste. Señaló que las iniciales ganaron y se quedaron en cuatro provincias (Valladolid, León, Burgos y Palencia). en 16.600 papeletas del PP (a 1,38 puntos), que perdió casi 55.000 votos y 0,06 puntos. Y ha destacado que Castilla y León es un territorio tradicionalmente «conservador», por lo que los socialistas, encabezados por Luis Tudanca, no lo han hecho mal.

El portavoz dio las razones que explican el declive de la gestión: «Dos años pandemia‘, la ‘polarización extrema’ y la irrupción de candidatos locales que han fragmentado el voto y castigado a los socialistas. El escenario es, por tanto, diferente al que había en 2019 cuando ganó Tudanca: en ese momento no había plataformas frente a las generales, en las que la España vacía pretende presentarse en más circunscripciones que Teruel o Soria, insistirán los socialistas La tuya es la «mejor opción» para evitar que la extrema derecha diga que la elección del PSOE es el “mejor cordón sanitario” contra Vox, y no contra estos candidatos.

Sicilia trató de repetir esto «no hay» ningún «cambio de tendencia», como quiere demostrar el PP, y por eso el Gobierno de coalición no se desviará de su estrategia de seguir «cumpliendo» sus objetivos. El “único cambio de ciclo” que se ha producido es el reordenamiento de la derecha, ya que el PP liquidó a Cs, su socio más conveniente, para “volverse dependiente de Vox”, mientras que la dirección de Casado es “más débil‘ como ‘perdió fuerza internamente, contra Ayuso, y externamente, contra Abascal’. En definitiva, su victoria el 13-F fue «pírrica».

Lo que ahora pende de un hilo en el PSOE es el futuro de Tudanca. Cuando compareció la noche electoral, abrió la puerta a su salida -«Vendrán otros que harán más y traerán cambios a este país»-, pero la Federación y Ferraz intentan retenerlo. Sicilia elogió el «gran trabajo» realizado por el director regional, elogio expresado también por el ejecutivo federal, y reiteró que ahora «es hora de pensar‘ lo que él y sus compañeros deben hacer en la federación.

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El portavoz recordó que Tudanca fue reelegido recientemente como secretario general y candidato, de ahí su liderazgo hoy no tiene «cuestionamiento». «Luis es un político como la punta de un pino, es genial», decían desde allegados al presidente del Gobierno, sin descartar que fuera él quien diera un paso atrás y explicara la reacción del candidato como prueba de su voluntad. «sinceridad» y la profunda decepción de un hecho terrible que no esperaba. Tudanca guarda silencio. Ese lunes no habló con los medios ni se reunió con su dirección.