Interanualmente, el PIB también muestra un incremento, en este caso del 3,2%
PAMPLONA, 28 de octubre (EUROPA PRESS) –
El Producto Interior Bruto (PIB) de Navarra crece un 0,5% entre julio y septiembre respecto al segundo trimestre del año. Son datos reflejados en su análisis preliminar del Instituto de Estadística de Navarra (Nastat) y que «muestran que la economía de Navarra sigue creciendo, aunque con un avance algo más moderado que en los dos trimestres anteriores», ha dicho el consejero de Economía de el Gobierno Foral, Elma Saiz.
En rueda de prensa, Saiz ha explicado que «la ralentización de la actividad se debe principalmente a la pérdida de poder adquisitivo de los agentes económicos: tanto los consumidores, que han sufrido una inflación media del 9,3% en lo que va de año, como las empresas, con una extraordinaria aumento de los costes energéticos y materiales ahogados».
En términos interanuales, el PIB también muestra un aumento, en este caso del 3,2%, frente al 4,5% del trimestre anterior. Los datos, ha explicado, confirman la solidez de la economía navarra frente al conjunto del país, que muestra cierta moderación, con un aumento del 0,2% en el tercer trimestre, a pesar de sólidos apoyos como el turismo.
Elma Saiz ha señalado que “los indicadores apuntan a una ralentización del consumo privado en los meses de verano como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo provocada por la elevada inflación y la subida de tipos de interés, mientras que la confianza de los consumidores se ha enfriado ante el empeoramiento de las perspectivas del mercado general”. el desarrollo de la economía y el desempleo».
En ese sentido, comentó que el mercado laboral empieza a dar síntomas de ralentización, “tal y como confirman los datos de la EPA que muestran una moderación en el ritmo de creación de empleo y un ligero aumento de la tasa de paro”.
ANÁLISIS POR SECTOR
La evolución de la economía navarra por sectores productivos muestra que los servicios mantienen una tendencia «favorable» en el tercer trimestre. “Las ventas en esta área han aumentado, particularmente en la industria hotelera, pero también con un importante repunte en los sectores de retail y transporte”, continuó.
Por el contrario, en cuanto al sector industrial, si bien la producción acumulada hasta el mes de agosto supera el nivel de 2021, “el aumento de los costes, el desplome de la confianza empresarial y la caída del número de pedidos parecen mostrar un escenario de incertidumbres para los próximos meses», explicó la consultora.
Según ha añadido, en el sector de la construcción también se despejan las perspectivas y en este contexto la rehabilitación de viviendas y el concurso oficial se convierten en el mejor apoyo para potenciar la actividad del sector.
LA INFLUENCIA DE LA GUERRA
Según el análisis del Ministerio de Economía y Hacienda, “el shock energético provocado por la guerra en Ucrania y el consiguiente aumento de la inflación juegan un papel clave en la situación actual y en las previsiones económicas futuras”.
La inflación general alcanzó su punto máximo a una tasa anual del 11,4 % en julio y disminuyó al 9,8 % en septiembre, pero la inflación subyacente tiene una tendencia al alza, lo que prolonga los precios en niveles altos.
Los precios industriales, por su parte, han subido más del 26% en lo que va de año. «Las tensiones inflacionarias también se están haciendo más evidentes en los servicios, aunque muy alejados del resto de los componentes», dijo. Todos estos, dijo el ministro Saiz, «son signos que ameritan cautela en el diagnóstico de una corrección inmediata de las presiones inflacionarias».
PREVISIONES PARA EL FUTURO
En palabras del ministro: “Navarra no es ajena a la coyuntura mundial y las perspectivas económicas para 2023 son coherentes con este escenario: esperamos un crecimiento del PIB mucho más moderado que el que había mantenido la economía regional hasta el estallido de la pandemia ( 1,4% frente a una media del 3% entre 2015 y 2019) y la inflación seguirá en niveles elevados el próximo año (4,8% de media)».
En cualquier caso, Saiz destacó los factores que pueden ayudar a Navarra a afrontar mejor el escenario actual, como “una economía resiliente que ya ha recuperado los niveles de actividad anteriores a la crisis y sigue creciendo; ha creado un mercado laboral donde el empleo persiste y con una tasa de paro inferior a la española; una situación financiera saneada tanto en el sector privado como en el público y el apoyo adicional de los fondos europeos, que reforzarán la posición de Navarra para hacer frente a este entorno de alta inflación y tipos de interés al alza”.
Como se señaló, «este desarrollo sería consistente con un crecimiento económico positivo, aunque más modesto en 2023, aunque no descartamos contracciones específicas en el PIB en la segunda mitad de este año o principios del próximo». “Confiamos en poder paliar las dificultades que provoca el contexto económico actual”, concluyó.
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