Al final Hay una obligación temporalMe gustaría emprender el camino hacia una nueva financiación regional. Es algo. Todavía no es un sistema nuevo, pero está progresando. Y es incluso más que la moción del diputado Joan Baldoví (Compromís), que dio lugar a una resolución consensuada en su contenido por los tres partidos de izquierda con el visto bueno de Hacienda.
El aspecto más importante de esta transacción es que solicitará al gobierno que «presente la propuesta de un nuevo sistema de financiación regional antes de finales de 2021». La moción de Baldoví, hablando de «la urgente necesidad» de reformar el modelo sin concretar un plazo, no llegó tan lejos. “Nunca habías hecho tanto en Madrid”, dijeron ayer fuentes de Compromís. La fecha límite (fin de año) no es inmediata, pero es algo.
Hay que tener en cuenta que el movimiento de Baldoví se produjo tras la reunión del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la cual evitó determinados plazos de financiación. Simplemente lo «ajustó» durante los siguientes meses.
El documento acordado en el Congreso por los tres partidos que gobiernan la Comunidad Valenciana tiene dos grandes valores. Que Hacienda conoce y acepta su contenido (si no, PSOE y Unidos Podemos no lo pueden firmar) y que incluirá un compromiso con la aprobación parlamentaria.
La propuesta no legal que se votará hoy continúa con el apoyo del PSOE, Unidos Podemos y el Diputado Compromis. Ni Ciudadanos ni el PP confirmaron ayer su voto en contra. Las naranjas apoyaron las líneas básicas del reclamo durante el debate.
Montero y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguraron en 2020 que la intención era tener un «esqueleto» de la nueva financiación este otoño. Pero no fueron declaraciones a la prensa. Lo mismo que cuando el ministro aseguró que la pandemia se vio obligada a posponer este delicado tema, que conlleva una negociación con las autonomías y otra en el parlamento entre los principales partidos.
Sin embargo, el gobierno ya había suscrito un acuerdo de inversión con Compromís en el que se indicaba que propondría nuevos fondos ocho meses después de realizada la inversión. Pero eso fue en enero de 2020, antes de la pandemia. Ahora el coronavirus no servirá de argumento para más retrasos.
En cualquier caso, hay que esperar los hechos, porque tampoco es fácil que el gobierno, a pesar de un borrador de nuevo modelo, pueda llevar a cabo la reforma en el resto de legislatura de este año, que se llevará a cabo. al final del año en Ecuador (si no hay códigos de área).
La operación firmada ayer, en la que Unidos Podemos, PSOE y Compromís llevan semanas activos, prevé que durante el «intermedio» (mientras llega la nueva financiación) la Generalitat seguirá garantizando la prestación de servicios públicos al mismo nivel que el resto del Estado mundial.
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