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El imparable proceso de cambio climático, que se refleja en el sureste de la península en un alarmante descenso de las precipitaciones y la consiguiente sequía, ha exacerbado aún más la llamada «guerra del agua» por el desvío de los ríos del Tajo a la cuenca deficitaria de la caja fuerte.
El concepto de «solidaridad» es utilizado tanto por las ciudades del interior del Alto Tajo para su derecho a utilizar este escaso recurso para su propio desarrollo como por los usuarios de Murcia, sur de Alicante y norte de Almería, un vasto territorio puesto Adelante más desierto que lucha por sobrevivir con su forma de vida: el llamado «jardín de Europa».
Inaugurado en 1979 con una capacidad máxima de 1.000 hectáreas cúbicas al año, el acueducto Tajo-Segura ha traspasado en sus cuatro décadas de existencia un volumen medio anual de algo más de 300 hm3, 2/3 de los cuales son para regadío y un 33% para urbanismo. suministro.
En un debate en profundidad sobre el cambio en la normativa de traspasos que reducirá los traslados mensuales a Segura, María Ángeles Sierra, presidenta de la Asociación de Comunidades Fluviales de Embalses de la Punta del Tajo, Entrepeñas y Buendía, informó a Efe que Los vecinos Quisiera poner fin a los reasentamientos porque sin agua en la cuenca de transbordo no hay oportunidades de desarrollo «de ningún tipo» y la gente «abandona los pueblos».
ENTRAR A LA VIDA EN ESPAÑA
Durante la última década, las 22 ciudades fluviales han perdido cada quinto habitante a alrededor de 9,000, por lo que Sierra confía en un acuerdo sobre «mínimos intransferibles que permiten que las ciudades den vida a las ciudades» ya que ambos pantanos son solo 22% y 25% respectivamente. su capacidad.
El «criterio básico de solidaridad para que todos los ciudadanos tengan acceso al agua en cantidad y calidad suficiente» es uno de los argumentos del consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, del PSOE, que Asegura que su gabinete quería lo mismo para las zonas manchegas afectadas por la sequía y «para el resto del país, incluido Levante».
Tras subrayar que las ciudades del interior, como el Alto Tajo, «necesitan agua para desarrollarse», Martínez Arroyo asegura que Castilla-La Mancha tiene «la mano extendida» con las zonas receptoras y trasvases para el consumo humano. riego.
Martínez Arroyo cree que las recientes medidas del Ministerio de Transición Ecológica para reducir los suministros mensuales harán que el agua caiga paulatinamente en el Segura, situación de la que los regantes receptores son «conscientes» cuando ven que «su futuro» depende de las desaladoras y no en la entrega, porque cada vez hay menos agua «.
DETENER LA DESTRUCCIÓN CONTINUA DEL SURESTE
Por el contrario, el consejero de Agua, Agricultura y Medio Ambiente de Murcia, Antonio Luengo del PP, ha defendido a Efe que es importante defender una transferencia que «se base en la solidaridad entre comunidades que permite a casi 100.000 conservar puestos de trabajo directos e indirectos». «. de la región y que es beneficioso para el mantenimiento de sistemas de riego que detengan la desertificación.
Explicó que para Murcia el Tajo-Segura representó un crecimiento económico y social «sin precedentes» en la historia, y destacó que el uso del agua es ejemplar, ya que la región es «la que más se reutiliza y mejor se aprovecha» Conscientes de la importancia de un recurso tan escaso «.
El presidente de la Línea Receptora de Riego (SCRATS), el murciano Lucas Jiménez, ve la previsible reducción de ríos motivada más por decisiones políticas que por necesidades ecológicas del Tajo y advierte que la reducción reducirá los daños «irreparables» a los habitantes de el sureste.
«El agua crea vida y oportunidades de vida», enfatizó Jiménez, quien también señaló que el recurso hídrico del trasvase «es el óptimo para el cultivo y el abastecimiento humano».
Desde la Asociación Empresarial Murciana (Croem) ven el traspaso «inviolable» para preservar el PIB regional y les piden que no se sometan más a las tensiones e «incertidumbres» actuales.
MÁS DE UN MILLÓN DE HABITANTES BEBEN DEL TAJO-SEGURA
El director del Instituto del Agua de la Universidad de Alicante, Joaquín Melgarejo, del sur de la Comunidad Valenciana, coincide en que el agua del Tajo es «completamente insustituible e indispensable» ya que afecta a «toda» la estructura socioeconómica.
Más del 60% del riego de Alicante depende del río Tajo y más de 1,2 millones de habitantes de la provincia beben de esta fuente.
Según Melgarejo, más del 95% de la superficie regada es regada por gotitas durante la transmisión, lo que significa que la sustitución del Tajo Segura por otras fuentes (por ejemplo, también «contrarias a las normas de la ‘economía verde’ y por tanto de cambio ecológico) «.
El alcalde de Orihuela, el ‘popular’ Emilio Bascuñana, recibe la noticia de la pérdida de agua como un «ataque directo a la línea de flotación de la ciudad» porque afecta a los dos motores económicos del sur de la Comunidad Valenciana: el agroalimentario y el turístico.
Para el alcalde de Alicante, el cambio en la normativa de traspaso responde a un «capricho o amiguito» aunque «amenaza el jardín de Europa» del que viven más de 1.500 familias, solo en el caso de Orihuela.
“La desalinización nunca entrega agua de tan buena calidad como el agua de lluvia, transporta agua y también genera desechos como la salmuera, además del hecho de que necesitamos mucha energía que no tenemos y menos hoy para bombearla y conducirla tierra adentro. «, así Bascuñana.
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